El telegrama

Con mucha alegría quiero contarles a todos que este lunes me llegó el turno de vacunarme, tengo 39 años y correspondía hacerlo esta semana. Sin atajos y esperando mi momento, finalmente llegó mi turno. En esa hora que estuve haciendo la cola a la espera de que me vacunen, pude ver a muchos que meses atrás decían que no estaban envenenando y este lunes se tapaban la cara para no se conocidos. La militancia en redes sociales te pasa factura muchas veces en la calle. Con la excusa del frío, hasta la capucha se ponían y miraban para abajo para hacerse los distraídos.
Gerardo López