El telegrama

Las boca calle de la ciudad empiezan a sentir el paso del tiempo, como se puede apreciar en os esquinas céntricas. En Juan Perón y Ereño una boca calle está floja y cada vez que pasa un auto en dirección a la isla del puerto (los cuales fueron muchos este fin de semana) pisan la tapa de metal y esta tambalea. Un motociclista que no la pueda esquivar puede terminar en el suelo. Además, en 21 de noviembre y Lucilo López también hay una boca cale floja y que se tambalea, pero allí los vecinos le clavaron una rama de árbol, a manera de señal de tránsito.
Gastón Aguirre