El telegrama

Si bien es verdad que frente a las puertas de los jardines, en horarios de ingreso y egreso de los establecimientos, es casi imposible circular con normalidad en auto, también es verdad que es un tema imposible de solucionar en una ciudad donde las calles son sumamente angostas. Los conductores, que aún no tuvieron hijos o que ya tienen hijos en edad avanzada a los cuales no tienen que llevar a la escuela, deben entender que no hay salida a esta problemática. Muchos conductores insultan a jóvenes madres que bajan como puede con sus hijos y mochilas.
Javier Molina