El telegrama

Soy una señora mayor que por necesidad de mantener su salud sale a caminar de forma regular por el Boulevard Irigigoyen y no es una novedad lo que voy a decir, pero es imposible de circular por el mal estado en el que se encuentran las veredas, ya no es posible tampoco circular por el pasto porque los árboles que tienen un tamaño contundente imposibilitan el paso de un peaton normal. Ojalá alguien tome cartas en el asunto, no se piden veredas nuevas, sino que se arreglen las que ya están.
Elizabeth Williman