No puede ser correcto que en el nombre de la remodelación de una vivienda, los trabajadores de la misma tomen por asalto la vereda y la transformen en un estacionamiento de motos. Esto está ocurriendo desde hace ya un tiempo en calle 21 de noviembre, entre Ereño y Henry. Cualquiera que pase por ahí lo puede ver, pero más se puede apreciar a la hora del almuerzo, donde los trabajadores (supongo que no se dan cuenta) salen a la vereda y es imposible tratar de caminar por ahí. Tal vez semejante casa tiene un buen patio para almorzar.
Marcelo Arce