La novedad de la cantidad de allanamientos por drogas realizados en la ciudad durante este jueves y viernes, asusta a más de uno, ya que quedó demostrado que no se puede confiar ni en el vecino de toda la vida. Uno cree que esa persona amable, que la saluda todos los días de manera cordial, es incapaz de estar involucrado en una actividad tan nociva para lo población como es la venta de drogas. Un verdulero, un remisero, un peluquero o un profesional, tranquilamente pueden estar en algo espureo y aparentar lo contrario. Esto realmente asusta a muchos.
Gloria Basch