Tuve la posibilidad de pasear un rato en familia y así fue que llegué hasta inmediaciones del palacio San José, un punto turístico por excelencia, donde pude apreciar que se encuentra en un evidente estado de abandono que nada tiene que ver con la pandemia, pareciera que es el resultado de algunos años de gestión. No tengo idea quién está a cargo de la gestión, pero es evidente que se vino abajo en los últimos cinco años aproximadamente.
Martina Pitter