El telegrama

La vida por un amarre. Fue llamativo ver este domingo la gran cantidad de gente que se agolpó frente al puerto para ver la maniobra de amarre del buque Pewee que llegó a nuestra ciudad para cargar madera.
Muchos de estos presentes no tenían barbijos pero tampoco respetaban la distancia social obligatoria. Pensar que meses atrás no queríamos que lleguen barcos. Hoy uno hace cuarentena en rada y otro ingresa, pero los terrestres no nos cuidamos entre nosotros por mirarlos. Increíble.

Luciano Peralta