Cada vez veo más calles emparchadas en la ciudad, tanto en calles céntricas como en barrios. Algunas son responsabilidad de privados que por alguna conexión rompen la calle y luego descansan en que el municipio se haga cargo, pero en otras situaciones ocurre que por hacer determinadas obras, el municipio o la empresa contratada tienen que romper las calles, pero después realizan un arreglo muy básico que se vuelve a partir. Hay muchos ejemplos principalmente en esquinas, donde hay unos cuadrados de cuatro o cinco metros que se rimpieron.
Alejo Bravo