Varias esquinas de la ciudad están emparchadas por obras realizadas en el marco del nuevo Plan Maestro de agua. Esto es una buena señal, ya que se está planificando la ciudad para su crecimiento, el tema es que una vez que rompen las calles y luego las arreglan, habitualmente lo hacen mal o sin ganas. De esta manera se puede ver que la mayoría de estos parches, que no tienen más de uno o dos años, ya se están partiendo y así se llena de baches la ciudad. De esta manera y a futuro, vamos a tener una ciudad con agua y varios agujeros. Todo no se puede.
Zulma Almada