El robo de ovinos en la Experimental del INTA complica el seguimiento de una investigación

La pérdida de ovinos significa casi un 20% menos de datos a obtener en este 2023.

“Su pérdida significa casi un 20% menos de datos a obtener”, destacó la médica veterinaria
Rita Bonelli, jefa del departamento Rumiantes y responsable del Módulo Experimental Ovino.

El miércoles 22 de febrero en horas de la madrugada la Estación Experimental Agropecuaria Concepción del Uruguay del INTA sufrió el robo de ovinos que son utilizados con fines científicos.

Este siniestro generó una gran pérdida de valor científico, no sólo económico, al ser animales utilizados con fines investigativos. “Estos animales están bajo un proceso de investigación con el propósito de evaluar la resistencia natural a parasitosis gastrointestinales. La pérdida de estos animales significa casi un 20 % menos de datos a obtener en el transcurso de este año”, destacó la médica veterinaria Rita Bonelli, jefa del departamento Rumiantes y responsable del Módulo Experimental Ovino.

La evaluación de la resistencia natural a parasitosis en ovinos, tiene como objetivo seleccionar individuos naturalmente resistentes a parásitos gastrointestinales que permitan disminuir la utilización de productos químicos en los tratamientos de los mismos. Para llevar adelante esta selección, se han utilizado corderos nacidos en la Estación Experimental Concepción del Uruguay, de padre y madre conocidos, que están catalogados como resistentes o susceptibles a las parasitosis, mediante servicio dirigido. El protocolo que se utiliza está bajo todas las normas de buenas prácticas de bienestar animal avalado por la institución y organismos internacionales que financian este proyecto desde hace 12 años y con el rigor científico que implica estas labores.

Con el robo de estos animales, se pierde muchísimo valor informativo debido a los datos que se evalúan en cada etapa. Además, también cada uno de ellos tenían muchas horas de trabajo dedicadas en sí por cada agente de INTA, sus debidos productos veterinarios y material descartable, gastos de alimentación, , mantenimiento de infraestructura, entre otros. A esto, se incrementa el valor económico desde el lado comercial.

Se recuerda a la población que no se debe consumir ningún tipo de carne que no se conozca su procedencia y no hayan sido faenados en sitios habilitados y bajo las estrictas normas bromatológicas y sanitarias.