Los lugares que resultaron cubiertos y afectados vuelven a apreciarse con sedimentos y vegetación.
El río Uruguay experimenta en este mes un progresivo retroceso. De haber llegado a su pico crítico en noviembre -producto de las intensas precipitaciones registradas en Brasil a las que se sumaron las acaecidas en la región-, superando holgadamente los 7,00 metros, su nivel pasó a ubicarse en los 4,75 metros (registro de anoche) con una tendencia a estacionarse.
Ese descenso de las aguas se hace visible en la costa, principalmente en el Puerto y el balneario Itapé.
En estos lugares se observan las marcas del nivel alcanzado por las aguas como los sedimentos y los fragmentos de árboles y arbustos arrastrados a su paso.
En la Defensa Sur, por ejemplo, se observan los primeros trabajos encarados en la guardería náutica ubicada frente a la playa municipal. En tanto que en esta última quedó al descubierto su avenida y las áreas aledañas al estacionamiento de vehículos, que, hasta hace algunos días, permanecían cubiertas el agua.
A su vez, en el Puerto quedó ‘liberado’ el espacio que suelen ocupar los camiones cada vez que arriba un buque cuando esperan el turno para ingresar a la zona exclusiva de embarque.
También se aprecian los botes de emergencias atados sobre las estructuras del puente del alto nivel.
A todo esto, el retroceso del río Uruguay posibilitó que el catamarán amarrara en su sector y que se empezara con la limpieza del local gastronómico situado al este del Paseo de los Pescadores, La Ribera del Sabor de cara a dejarlo en condiciones y puesta a punto.

