«Es hora de que los legisladores comprendan que ya no pueden seguir haciendo populismo demagógico con los recursos de los contribuyentes y que deben actuar con la responsabilidad que exige este momento histórico», advirtió.
Poco después de la masiva marcha en apoyo a la Universidad Pública, el presidente Javier Milei confirmó el veto a la Ley de Financiamiento Universitario, lo cual fue oficializado el jueves en el Boletín Oficial.
El decreto establece que «el proyecto de ley aprobado por el H. CONGRESO DE LA NACIÓN infringe claramente el marco jurídico vigente, ya que no considera el impacto fiscal de la medida ni identifica la fuente de financiamiento». Además, indica que «implementar la ley sancionada por el H. CONGRESO DE LA NACIÓN pondría en grave riesgo la sostenibilidad de las finanzas públicas de la REPÚBLICA ARGENTINA, ya que requeriría obtener una fuente de financiamiento extraordinaria e imprevista para cubrir sus costos».
También señala que «el proyecto en cuestión no busca proteger ni garantizar el financiamiento de las Universidades Nacionales, sino que intenta perjudicar políticamente al gobierno».
El miércoles, la Oficina del Presidente anunció en redes sociales que Milei vetaría «el irresponsable proyecto de aumento del gasto público de las Universidades Nacionales, aprobado por el Congreso, así como cualquier otro proyecto que no contemple una asignación presupuestaria específica y que amenace el equilibrio fiscal».
El comunicado añadió: «Es crucial que los legisladores comprendan que ya no pueden recurrir al populismo demagógico con los recursos de los contribuyentes y que deben actuar con la responsabilidad que exige este momento histórico. El lugar adecuado para discutir el financiamiento de las universidades es durante el debate del Presupuesto Nacional 2025».
«El Gobierno reafirma su compromiso con las Universidades Nacionales, así como con el esfuerzo que cada argentino ha estado haciendo desde diciembre para alcanzar el déficit cero, reducir la inflación y recuperar la prosperidad económica», afirmó el texto de la Oficina del Presidente en X.
La Casa Rosada había indicado que su postura sobre la ley que buscaba garantizar financiamiento mínimo para la educación pública superior sería la misma que la adoptada respecto al proyecto de aumento de jubilaciones: ser vetada.
A pesar de esto, el Gobierno analizaría los efectos de la masiva marcha al Congreso, que incluyó a diversos sectores de la sociedad, incluidos muchos votantes de Milei.
La Casa Rosada atribuyó motivos políticos a la movilización, destacando la participación de líderes de la oposición.
«El Poder Ejecutivo celebra la sinceridad de los dirigentes Cristina Kirchner, Sergio Massa, Martín Lousteau, Horacio Rodríguez Larreta y Elisa Carrió, quienes han decidido unirse públicamente para obstruir el plan económico del Presidente. Esta convergencia evidencia la formación de un nuevo frente de izquierda populista en defensa de los privilegios de la clase política», precisó.
Finalmente, afirmó: «Esta administración no cederá ante el espectáculo mediático, los proyectos de ley irresponsables, ni la manipulación de causas nobles con fines partidarios. El objetivo del Gobierno es claro: acabar con el modelo empobrecedor de los últimos 100 años y devolver la grandeza a Argentina».
