El periodismo de redes

Las plataformas de redes sociales han abierto un campo promiso­rio al periodismo digital y hacia ellas deben enfocarse ahora las estrate­gias de los diarios digitales en procura de más audien­cia e ingresos, algo sobre lo que se viene trabajando en el periodismo actual pero que en nuestra ciudad y región se debe acrecentar el espectro de difusión pero con la conciencia y el respeto periodístico que el ciudadano y la profesión requiere y no caer en la burda difusión del morbo por la obtención de réditos que poco más adelante en el tiempo se transforman en un estigma difícil de revertir. Muchos han elegido la rapidez de la difusión y basarse en los supuestos, trnasformándose en simples generadores de discusiones en redes sociales, acrecentando las diferencias innecesarias dentro de una sociedad que cualquier tema lo transforma en un River -Boca. Obviamente que pa­ra competir en estas plata­formas es preciso actualmente tomar en cuenta, al menos, dos facto­res claves. En primer lugar, los gus­tos o preferencias de quienes han sido los fieles usuarios de ellas, en función del espa­cio para la socialización que está en el ADN de sus oríge­nes, y en segundo lugar los nuevos estilos de vida que se han creado como resultado de la pandemia del corona­virus. En el primer aspecto, la in­formacion digitalizada para redes no puede ser la misma en sus formatos habituales-digital o impreso-, sino re­elaborada con fuerte acento audiovisual, brevedad, titu­lares sencillos y llamativos, pero reiteramos: sin jamás dejarle de faltar el respeto al lector ni a la profesión. Los podcast o cortas his­torias de video, reflejan­do lo puntual de una noti­cia, no todos sus detalles, atraen más al público habi­tual de redes hoy en día y hay que to­mar en cuenta, sobre todo, que ese público no busca las noticias negativas, sino aquellas que pueden representar conocimiento o utilidad en sus vidas. Co­mo la pandemia ha cam­biado todos nuestros esti­los de vida, nuevos temas, como los de la salud y la ciencia frente al Covid, el teletrabajo y las tecnolo­gías que lo permiten, así como las historias huma­nas y de éxitos, son los más preferidos en esas re­des. Informar hoy representa nuevos desafíos y llegar a la sociedad también lo demanda. Ojalá el periodismo esté a la altura y sino los legisladores para frenar tanta crueldad deliberada.