Es por la bajante del Uruguay y los informes que anticipan un menor caudal de lluvias. El Servicio Meteorológico Nacional prevé precipitaciones inferiores a las normales y temperaturas superiores a la media para esta época del año. Solicitan el compromiso de la población para su uso y control.
Atento a la crítica situación que se vive en el Paraná y a la pronunciada bajante del río Uruguay de los últimos días, las autoridades municipales llamaron a la reflexión sobre el uso racional del agua potable, esencialmente, ante la llegada en breve, del calor y de la temporada estival. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) prevé, por su parte, precipitaciones inferiores a la normal y temperaturas superiores a la normal para el próximo trimestre. Crear conciencia sobre el valor del agua como recurso escaso, y comunicar los beneficios de su uso racional y responsable, fortaleciendo la educación y la concientización de la población en su cuidado y en el control y la gestión de su consumo; son algunos de los principales objetivos que plantean una vez más, las autoridades municipales.
Para muchas personas, especialmente para aquéllas que, desde siempre cuentan con un servicio público de aguas corrientes, puede resultar extraño hablar del uso racional del agua. “Sin embargo, el cuidado del agua resulta un asunto prioritario a nivel mundial ya que sólo el 3% del agua del Planeta es “agua dulce”, es decir apta para el consumo humano, la agricultura, la ganadería, la industria y el desarrollo de la flora y la fauna”, explicó la bióloga Leticia Haudeman, quien se encuentra a cargo de la Unidad de Gestión Isla del Puerto y trabaja en conjunto con los funcionarios de la Dirección de Salud Ambiental, planificando y accionando en pos de preservar el medio ambiente local. “Sin el agua no es posible ninguna forma de vida, esa es nada más ni nada menos la importancia de este vital elemento, y su carácter de vulnerable se manifiesta en la creciente degradación de su calidad, lo cual amenaza la propia existencia de la vida”. “Como hemos escuchado en muchas oportunidades el agua es un recurso renovable, sin embargo, es un recurso finito, limitado y escaso. Si, por ejemplo, la velocidad de extracción del recurso de su fuente natural es mayor que la velocidad de recarga, ésta acabará por agotarse” explicó la profesional.
El agua en déficit
La escasez del agua se manifiesta gradualmente a medida que aumentan las demandas, los conflictos por su uso y, en particular, las condiciones deficitarias en lluvias que vive el Litoral desde el año 2019. Esta situación parecería no mejorar en el corto plazo ya que el pronóstico climático trimestral agosto-septiembre-octubre de 2021, emitido por el SMN prevé, precipitaciones inferiores a la normal y temperaturas superiores a la normal para el trimestre.
En este contexto, no parece difícil comprender la importancia de la conservación del recurso y su uso racional. Lo que muchas veces no se advierte, son los costos y la energía consumida durante el proceso de extracción y potabilización del agua que consumimos.
Los costos del beneficio
El agua, a diferencia del aire, no está siempre disponible en los lugares, en las cantidades, y en el momento en que la necesitamos. En efecto, el agua dulce se encuentra localizada en ríos, lagos, lagunas, acuíferos, etcétera, de donde debe ser extraída, transportada por cañerías a plantas potabilizadoras, sometida a varios tratamientos para purificarla, almacenarla y finalmente distribuirla a los domicilios de la población a abastecer. Todos estos procesos requieren insumos y energía eléctrica, impactando negativamente en el ambiente y contribuyendo al calentamiento global ya que, en muchos países, incluyendo la Argentina, la generación de esta energía se obtiene en gran proporción por la combustión de combustibles fósiles. “En consecuencia y resumiendo todo lo dicho, el uso racional del agua se justifica por varias razones: en primer lugar, para no desperdiciar un recurso esencial para la vida y de escasa disponibilidad; y, en segundo lugar, para reducir la contaminación ambiental evitando potabilizar agua que, al final, se desperdicia”. Durante el verano, esa situación se repite en distintas zonas de la ciudad, aumentando la demanda y generándose serios inconvenientes en quienes no la tienen, sin pensar que en muchos hogares, el agua es vital para mantener hidratados a bebés, personas mayores, enfermos, y más aún, en geriátricos, hospitales, clínicas, entre otros sectores.
Para tener en cuenta. Recomendaciones en pos de cuidar el vital elemento
Una vez más, se dieron a conocer algunas medidas para adoptar desde las casas para contribuir a usar racionalmente el agua potable, ya que evitar el desperdicio es una responsabilidad social que compete a todos: Evitar la pérdida de agua por el mal cierre o deterioro de grifos y canillas. Vale tener presente que estudios establecen que una sola canilla que gotea puede perder hasta 80 litros de agua por día; o sea, 2.400 litros por mes, lo que equivale a 28.800 litros por año; Evitar pérdidas de agua en inodoros o mingitorios, donde las cantidades derrochadas son aún mucho mayores; Racionalizar el uso de agua para el lavado de la vajilla o el cepillado de dientes, por ejemplo: No dejar abierta la canilla inútilmente; Cerrar bien la canilla después de usarla; Abrir la ducha en el momento de entrar; No dejar perder el agua mientras haces otra actividad; No dejar las mangueras abiertas en el jardín; Mantener limpia el agua de piscinas durante el año, para evitar llenarla en verano; Utilizar los lavarropas completando la carga, para un mejor aprovechamiento del agua; Reparar las instalaciones defectuosas que originan pérdidas o fugas de agua, por pequeña que sea la pérdida.