El mundo del fútbol sorprendido con la decisión de Messi

El astro argentino tomó una determinación y su futuro será lejos del club de sus amores.

El fútbol mundial se estremeció ayer con una noticia de alto impacto: el astro argentino Lionel Messi le comunicó formalmente al FC Barcelona su intención de desvincularse después de 20 años en el club y de casi 16 en el equipo de primera división con el que marcó una era de títulos y récords personales.
El rosarino, de 33 años, envió un documento (burofax) a las oficinas del club para activar la cláusula de salida de su contrato que vence a mediados del año próximo, confirmó una fuente oficial «blaugrana».
«El pedido de Messi fue recibido en los términos revelados por la prensa local e internacional», ratificó el vocero, sin precisar si la institución dará en las próximas horas un comunicado oficial de la noticia.
La gloria máxima de barcelonismo tomó una decisión definitiva sobre su futuro, que estará fuera de un club inmerso en una severa crisis después de la eliminación en la Liga de Campeones a manos del Bayer Múnich (8-2), lo que supuso la peor derrota en la historia de las competiciones europeas.
Después de recibir el mensaje del astro, la Junta Directiva de Barcelona convocó a una reunión de urgencia para determinar los pasos a seguir, sin que se descarte una batalla legal para intentar retenerlo.
En la última renovación de su contrato, firmada en 2017, el argentino exigió una enmienda que le permitiera desvincularse del club a final de cada temporada y ahora pretende dispararla para lograr su libertad.
Pero esa cláusula fija como plazo de ejecución el 31 de mayo, fecha establecida como final de la temporada 2019-2020, aunque el delantero entiende que puede exigirla porque la última campaña debió extenderse más allá de esa fecha debido a la pandemia de coronavirus.
Pese a la eventual pulseada jurídica, Messi no tiene intenciones de presentarse a las pruebas PCR del próximo lunes, un paso previo al inicio de los entrenamientos, el martes, con el nuevo director técnico Ronald Koeman.
El argentino se reunió el pasado viernes con el neerlandés, sustituto de Enrique Setién, y le reconoció que se sentía «más fuera que dentro» de la institución que se planteó una reestructuración del plantel después de la vergonzosa derrota con los alemanes en Lisboa.
Tres días más tarde de esa reunión, Koeman le informó por teléfono a cuatro futbolistas (el francés Samuel Umtiti, el croata Iván Rakitic, el chileno Arturo Vidal y el uruguayo Luis Suárez) que no los tendría en cuenta, lo que aumentó el malestar de un astro enfrentado con la actual dirigencia que lidera Josep María Bartomeu.
Messi tomó la determinación de abandonar el Barcelona después de dialogar con Koeman el viernes, pero recién lo puso de manifiesto ayer con el pedido formal de romper su contrato.
Al capitán del seleccionado argentino tampoco le gustó el procedimiento del nuevo entrenador al momento de comunicar que los cuatro jugadores mencionados, entre ellos su compañeros y amigo Suárez, no serían considerados para la nueva temporada que comenzará en septiembre próximo.
Manchester City de Inglaterra, dirigido por Josep Guardiola, con quien Messi brilló en el club «blaugrana»; y Paris Saint Germain de Francia, donde milita su ex compañero y amigo Neymar, son los clubes que parten como favoritos para contratarlo por su poderío económico.