El lado sinfónico y tanguero de Piazzolla reabrió el Colón

Tras un año, el máximo coliseo argentino volvió a la actividad presencial con un programa que apenas superó los 90 minutos y sirvió para apreciar algunas de las dimensiones sonoras del artista nacido el 11 de marzo de 1921.

El pulso maestro de Juan José Mosalini sobresalió en el magnífico concierto que inauguró el homenaje al centenario de Astor Piazzolla en el Teatro Colón que se extenderá hasta el sábado 20 y que significó, además, la reapertura del máximo coliseo argentino tras un año debido a la pandemia de coronavirus. El bandoneonista de 77 años y más de cuatro décadas radicado en Francia, fue parte del notable elenco reunido bajo el título Piazzolla sinfónico, que también incluyó a la Orquesta Estable del Teatro Colón dirigida por Luis Gorelik, a otros dos solistas (César Angeleri en guitarra y Juan Pablo Navarro en contrabajo) y al Quinteto Diego Schissi. La vuelta de la actividad presencial incluyó los protocolos sanitarios de ingreso y egreso a distancia, toma de temperatura y obligatoriedad del uso del barbijo, además de habilitar solamente el 30% del aforo (unos 400 espectadores) lo que entregó una imagen espectral de la imponente sala que, luego, los aplausos y el fervor por el concierto fueron disimulando. Las medidas de prevención frente a la covid-19 también se evidenciaron sobre el escenario donde integrantes de la orquesta lucieron sus barbijos negros y la nutrida cuerda de vientos y parte de las percusiones funcionaron detrás de mamparas acrílicas, al fondo del tablado. Puntualmente a las 20:00 la velada fue inaugurada por una sorpresiva presentación del periodista Bobby Flores, quien pretendió justificar su presencia allí contando que su hijo menor se llama Ástor y aseguró que la actual fue «la única vez en la historia del Colón que el teatro estuvo cerrado un año». Enseguida la música barrió con la insólita performance y el vigoroso y certero Gorelik dirigió el inicio del concierto en el que la Orquesta Estable ofrendó la Obertura Tanguera, de Esteban Benzecry, y el Homenaje a Astor Piazzolla, compuesto por Beatriz Lockhart. Siguiendo en torno al homenajeado pero desde otra óptica, el exquisito quinteto del pianista Diego Schissi (que completa su formación con el citado contrabajista Juan Pablo Navarro y con Santiago Segret en bandoneón, Guillermo Rubino en violín e Ismael Grossman en guitarra) ejecutó su delicada obra propia Astor de pibe y dejó con ganas de más.
Siempre con la orquesta como monumental colchón y acompañamiento, el lugar acogió a los tres participantes que faltaban: el bandoneonista Juan José Mosalini, el guitarrista César Angeleri y el pianista Nicolás Guerschberg, junto a quienes se mantuvo Navarro.