Señor director:
A Macri y sus socios les están descubriendo sin prisa y sin pausa los engaños sistemáticos a la confianza pública. Sería bueno que la información pública se preocupara por la cadena ininterrumpida de procesos judiciales que involucran desde la cima del Poder Ejecutivo a una ingente cantidad de ex funcionarios de la gestión anterior. Cada vez resulta más difícil darles determinada forma a tantos ilícitos para continuarlos y proyectarlos como logros en las futuras elecciones. Los socios fabrican para la prensa adicta y servil, las figuras de halcones y palomas, candidaturas, y posicionamientos e inventos insustanciales a que a nada conducen. Cuánta tristeza, cuánta desazón cuánta mentira generan éstos movimientos. Nunca se malgastó tanto la fe pública como en la época anterior. Desean y proponen seguir con promesas lindado con las estafas más execrables. A medida que el tiempo transcurría marchitando las expectativas de muchos argentinos, los que si estaban compenetrados de los supuestos beneficios que le proporcionaba el poder, avanzaron en declaraciones públicas cada vez más audaces que los pinta de cuerpo entero. Da lo mismo firmar, acuerdos comerciales con el Reino Unido dejando jirones de soberanía y de lucha constante en la recuperación de las Malvinas o de entregarla a cambio de vacunas o haciendo de lobistas en favor de la vacuna Pfizer con el séquito de periodistas entreguistas. No hay nada que deducir ni inferir, todo está ahí, en los miles de fojas de los expedientes en los que se investigan ilícitos plenamente probados, aunque aún estén en trámite, los que debieran finalizar mediante un juicio oral. La mayoría de los argentinos nos veremos obligados a pagar desde su posición económica y social, una deuda externa sobre la que ni siquiera expresaron su voluntad a través de sus representantes en el Congreso Nacional . Con irregularidades administrativas, procedimentales y sin la justificación exigible y adecuada, se materializó en perjuicio de la mayoría de los argentinos un futuro de vida miserable que sólo puede ser paliada con el acierto de las políticas públicas de un gobierno nacional y popular, dado que desde su óptica todavía se piensa a los argentinos como ciudadanos con derechos. Quién está en condiciones de pensar o reflexionar sobre el límite de perder la dignidad o de vivir en estado de zozobra haciéndolo con cierta vergüenza y decoro ? Con el macrismo nos invadió durante cuatro años una verdadera tragedia y si los votos eligen ir en la misma dirección se va a repetir y convertir en una nueva pandemia. Es necesario volver sobre un estado de clarividencia para no incurrir en tremendo error de apreciación y valoración. La realidad se construye mirando a la altura de uno mismo sin olvidarse de lo que ha ocurrido con un «gobierno» que tiene en la mira, entre otros aspectos negativos, la deseada «desaparición» de un sector importante de la sociedad argentina y del pensamiento nacional, el kirchnerismo, al decir de unos de los periodistas más descarnado y peligrosamente comprometido con las políticas conservadoras y neoliberales antinacionales y neocoloniales: el señor Leuco padre. Excluyendo socialmente a los pobres y marginales, sin militantes sociales o populares el país queda a mereced de los saqueadores e informantes de un capitalismo neo-colonizador
Aldo Svina