La Cámara Argentina de Comercio CAC) midió un rebote el mes pasado por primera vez desde diciembre de 2022. Fue impulsado por los rubros farmacias, alimentos, perfumería y ferretería.
El consumo minorista trajo una buena noticia en marzo, cuando volvió a aumentar luego de dos meses consecutivos de caída, según un informe de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC). Sin embargo, el sector entiende que se trató de una novedad estacional y que las ventas volverán a caer en abril.
El Indicador de Consumo de la CAC, que refleja la evolución del consumo de los hogares en bienes y servicios finales e inició su serie en diciembre pasado, creció en marzo de manera intermensual por primera vez, un 1,6% desestacionalizado respecto al mes previo. Así, recuperó buena parte de las caídas de febrero, de un 1,7% y de enero, de un 0,3%.
Esta suba se vio motorizada por incrementos interanuales de un 16,1% en “transporte y vehículos”, de un 15% en “recreación y cultura” y de un 9% en “vivienda, alquileres y servicios públicos”.
En cambio, la categoría “indumentaria y calzado” exhibió una caída del 7,5%.
La misma suba intermensual fue registrada en marzo por la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), aunque en este caso con un leve 0,7%, que fue impulsado por los rubros farmacias, alimentos, perfumería y ferretería. “Es un rebote técnico, por mucha caída” en los meses previos, explica el vocero de CAME, Salvador Femenía.
¿Por qué subió el consumo?
El dato llamativo es que el rebote en el consumo minorista se dio precisamente en el mes de pico inflacionario, que, con un 7,7%, tuvo la mayor alza en precios desde abril de 2002.
Precisamente, el sector comercios considera que se trató de una tendencia de un solo mes, producto de factores estacionales, por lo que es esperable que el consumo minorista baje otra vez en abril.
“No esperaríamos una suba (en abril) dada la dinámica de precios actual”, afirma en ese sentido Julio Rodríguez, del equipo de Economía de la CAC. Los factores estacionales se ven por ejemplo en el rubro recreación, al ser marzo un mes de precios más baratos, apunta Rodríguez. Otro tanto sucede con el sector educación por la vuelta a clases y con el consumo energético debido a la ola de calor que inusual para el mes pasado.
Para abril el panorama no es alentador.
Lo esperable es que el consumo minorista vuelva a bajar no sólo producto de la alta inflación acumulada sino, además, de las nuevas subas de tasa del Banco Central, dos veces en poco más de un mes y por primera vez desde septiembre de 2022.