Por: Alejandro Jorge Casañas
Hoy 29 de junio se conmemora la primera de las dos sesiones del Congreso de Oriente o de Arroyo de la China (paraje) o de Concepción del Uruguay (poblado), celebrado por José Artigas y los pueblos de la Provincia Oriental, de Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe, Córdoba y Misiones. Una inaugural el 29 de junio de 1815 y el cierre tras el «fracaso» el 12 de agosto de 1815.
En la investigación documental seria, existe una única versión sobre lo que se trató en ese Congreso, posteriormente surge una infundada versión de Pacho O´Donnell que más que adjudicarle una mirada revisionista, creo que está teñida de centralismo Porteño, ignorando el proceso del interior del país y quitándole el verdadero valor a ese congreso, asignándole una fantástica independencia fundada en falsas interpretaciones y falsificación de su argumento principal, tanto en los autores como en la fecha relacionada a Corrientes.
Tenemos pues dos maneras de reconocer que pasó en el Congreso de Oriente, una es la novela de Mario O´Donell a través de su libro o publicaciones en La Nación, y luego en Infobae y Clarín. Y otra es la versión de José Artigas documentada en el Archivo Artigas con rigor científico.
José Artigas era antes que nada un hombre honesto, sobrio y con la sencillez de los grandes. Respetuoso de las autonomías provinciales y un gran comunicador. En síntesis, Artigas escribió y mucho sobre el Congreso de Oriente. Informó a sus contemporáneos y quedó para nosotros.
El contexto histórico nos encuentra con la convocatoria a un Congreso General Constituyente para organizar las Provincias Unidas del Río de la Plata, luego del motín de Fontezuelas y entre otros alzamientos el de Mendoza, que provocan la caída de Alvear por sus medidas dictatoriales. Es designado Director Supremo Rondeau, quien cómo se encontraba al frente de batalla, se lo designa interino a Ignacio Álvarez Thomas. Se produce una serie de hechos significativos qué aparentaban, desde la centralista Buenos Aires, una apertura hacia Artigas y a los pueblos del litoral que él representaba junto a Santa Fe y Córdoba.
Artigas venía negociando, recordemos la misión porteña de Blas Pico y Francisco Bruno de Rivarola, unos días antes en Paysandú, dónde les hace reclamos relacionados a la Provincia Oriental y al resto de las provincias que conformaban la Liga Federal, una organización de hecho sin pacto formales. Buenos Aires le presenta un «Tratado de Paz y Amistad» y Artigas le responde con los 8 puntos del «Tratado de Concordia entre el ciudadano Jefe de los Orientales y el Gobierno de Buenos Aires». Fracasan. Los porteños pretenden la independencia de la Banda Oriental y terminar con el federalismo.
La documentación firmada por el propio José Artigas nos da la pauta concreta, clara y sin lugar a otras interpretaciones qué el congreso estaba convocado para ver si se aceptaba la autoridad de Álvarez Thomas y fundamentalmente las negociaciones con Buenos Aires para la conformación de ese nuevo estado. Recordemos que Artigas luchó en medio de humillaciones por Buenos Aires por mantener unidas las provincias. ¿Qué sucede en ese Congreso de Oriente? Para ello primero están en las citaciones al mismo suscritas por Artigas y en ninguna habla de independencia. En general las provincias qué se van a reunir en el Congreso Oriente se sentían independientes. Independencia en un término amplio que también significaba la autarquía y la autonomía de las provincias, de todo poder internacional; y a su vez la Provincia Oriental había sido muy clara al respecto con las Instrucciones del año XIII y con el Congreso que dio lugar a las mismas. No hay que olvidar, y hacen al contexto las negociaciones previas realizadas en Paysandú, por el propio Artigas con los delegados porteños mencionados, que dejan bien en claro que de que estaban tratando. No podían tratar la independencia cuando recién estaban hablando de la conformación de ese nuevo estado y la forma que iban adoptar. Y ya estaba despejada la versión de una nueva invasión española.
Por otro lado debemos tener muy en cuenta que estaban en pugna dos modelos: por un lado el que representaba Artigas qué era el modelo confederal (qué terminaría en una federación) qué había tomado como base de organización de los Estados Unidos de América basados en Thomas Paine, el mismo autor que lleva San Martín en su biblioteca. Otra de las diferencias era que Artigas preconizaba una organización republicana, y por el lado de Buenos Aires la tendencia era centralista pro-monárquica. Por eso debían sentarse a negociar previamente estas provincias bajo el protectorado de Artigas con la de Buenos Aires. Eran formas casi irreconciliables. Lo que hace valioso desde lo filosófico, ideológico e histórico al Congreso.
Artigas ha sido bien claro qué los congresos y las determinaciones debían tomarse con una convocatoria clara, previa y comunicada a los integrantes de la Liga. Artigas era un comunicador por excelencia, los chasquis iban y venían de Purificación cómo lo relata John Parish Robertson, asombrado por las carencias en la que vivía Artigas, honesto y sencillo, y por ese ir y venir de chasquis.
En la convocatoria al Congreso (antes había sido a otro, pero dejado de lado) Artigas invita a las provincias a mandar sus delegados e incluso determina un sistema democrático de elección. Establece que era lo que iban a tratar. Solamente el diputado por Santa Fe y copiando de las instrucciones del XIII le da a su representante una referencia a la declaración de la independencia, lo que estaba por encima de la convocatoria original.
En la primer sesión Artiga les informa de las últimas negociaciones con Buenos Aires y elige una comisión para que vaya negociar con Buenos Aires y que llevaban un «Plan de Concordia»: su primo Miguel Barreiro, que no era diputado, por la Banda Oriental, Pascual Diez de Andino (por Santa Fe), el correntino José Simón García de Cossio (que antes había estado preso por Artigas por sublevarse con Perugorria) y ex miembro de la Junta Grande; y a José Antonio Cabrera por Córdoba que merece un capítulo aparte. Eran personas notables, todos tenían experiencia, uno era hacendado los otros eran jurisconsultos, uno se caracterizó por posteriormente haber redactado las constituciones de su provincia. No eran improvisados, ni analfabetos como los quieren presentar, y todos involucrados en la vida institucional, hombres preparados intelectualmente. Para esa primera sesión no arribaron los diputados guaraníes Misioneros.
Parte la comisión artiguista a Buenos Aires y digamos en forma sintéticas son detenidos a bordo una embarcación bajo la custodia de Guillermo Brown. Y luego una casa a las órdenes del gobierno centralista. Mientras tanto prepara un ejército para invadir Santa Fe. El delegado por Córdoba va a quedar ahí en Buenos Aires porque recibe instrucciones de qué negocie directamente con Buenos Aires y posteriormente va a jurar la independencia en el Congreso de Tucumán. Finalmente fracasadas las negociaciones y humillados, vuelven los diputados se reúnen en la segunda y última sesión donde informan el fracaso y Artigas despacha cada uno de los representantes de cada provincia a su pueblo, informando la finalización del Congreso por haber fracasado las negociaciones con Buenos Aires. Significó el fin de las esperanzas federalistas que había despertado Álvarez Thomas retomando un salvaje centralismo.
Sí bien no hay actas, hay oficios de artigas donde informa detalladamente de las dos reuniones, y en ninguno habla de independencia. Porque no se hizo, no se daba el marco para ello y era un valor que tenían todas esas provincias. Y acá surge también otro valor de Artigas, que era el de mantener la integridad territorial de lo que había sido el Virreinato del Río de la Plata contrario a los intereses porteños por segregar Entre Ríos, Corrientes, Misiones y la Banda Oriental y sojuzgar a Córdoba y a Santa Fe, puntos vitales en la comunicación con el norte. O sea que la ausencia de actas queda plenamente subsanada por los oficios de Artigas. Como los informes que el 30 de junio elevan Artigas al cabildo de Montevideo; el diputado José Antonio Cabrera al gobernador de Córdoba y el diputado Pascual Diez de Andino a su gobernador santafesino. También están las memorias del diputado oriental por San Carlos (Banda Oriental) al Congreso de Oriente, Francisco Dionisio Martínez. ¡Nadie habla de independencia! Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Santa Fe y la Banda Oriental no van al Congreso de Tucumán porque avanza una feroz invasión portuguesa sobre ellas.
Es un insulto a Artigas dar una versión distinta a la de él. ¿Alguien puede pensar que una declaración de Independencia iba a ser olvidada en los informes de Artigas a las provincias que asistieron, o por sus diputados? Y escribieron y mucho. Solamente la falsificación de O’Donnell, donde entre otras cosas, cita un texto que hace pasar como de diputados del Congreso de Oriente, cuando en realidad son cabildantes de Corrientes, que hablan de la declaración de la independencia y de nombrar a Artigas cómo protector. Y esa situación es ejemplificadora, es un Acta Capitular del Cabildo de Corrientes de un año antes, que además surge de un engaño del Sargento Mayor Aguirre; y cuando se lo comunican a Artigas, este les contesta amargamente y los reprende por esa actitud y reitero de haber declarado la independencia y protector, y le pide que eso lo deben hacer a través de un Congreso especialmente citado.
También se pretende confundir a la bandera actual de Entre Ríos con la bandera tricolor de Artigas. La primer bandera y es a lo que hace referencia cuando Artigas responde al informe de Pueyrredón de que la provincia Oriental se había declarado la independencia, haberla Jurado hace más de un año es cuando se refiere a la Batalla de Guayabos. Cuándo se declaran independientes tras derrotar a un Dorrego en ese momento sirviendo las tropas centralistas porteñas es el juramento realizado el 13 de enero de 1815 en el Cuartel General de Artigas, en el Corral del arroyo Sopas, en Arerunguá. La bandera que allí izaron tenía tres franjas Blanca al medio y a los dos extremos (superior e inferior) una horizontal azul cruzada al medio en paralelo por una roja). En Entre Ríos, luego en Santa Fe, Córdoba y luego de independizarse elevan la posterior qué es de dos bandas azules en los extremos y al medio una blanca cruzadas por una banda diagonal roja. Esa fue la bandera de Artigas, la federal entrerriana y la de la República de Entre Ríos de Pancho Ramírez. La bandera actual de Entre Ríos la crea el ex gobernador Montiel tomando como base la celeste y blanca Argentina, colores que nunca tomó Artigas. Y en ese decreto nunca citó a Artigas.
También en la falsificación de este Congreso de Oriente, ya a límites de ridículo, se habla que trataron temas como una «reforma agraria», una insolencia la memoria de Artigas porque Artigas en ningún momento habla de la reforma agraria en ese congreso, confunden al Reglamento de Tierras (Reglamento Provisorio de la Provincia Oriental para el Fomento de su Campaña y Seguridad de Hacendados) que dictará más adelante el 10 de septiembre de 1815 Artigas para la provincia Oriental, donde establece una división específica y juzgados en ese territorio Oriental.
Creo humildemente que se han escritos unos libros con excelente información, y con talento, pero que caen en la tentación de no citar las fuentes artiguistas, y reiterar el error de O’Donnell. Libros que merecen una segunda edición ampliada y corregida porque la posteridad merece la verdad y Artigas no merece falsificaciones ni tampoco que vayamos contra su palabra porque el mismo nos dejó en las citaciones, en los oficios o informes de las dos reuniones y de todo el proceso de lo que pasó en el Congreso de Oriente y su época. Yo mismo he cometido el error, y pido avergonzado disculpas, de haberme sumado a la tesis de «la independencia». Basado en ese autor y qué contiene una serie de temerarias afirmaciones que en próximos capítulos voy a ir señalando. De lo primero que carece es la citación de fuentes concretas, lo otro una interpretación portuaria de hechos que corresponden al interior tanto de lo que hoy es Uruguay como de lo que hoy es Argentina. De los autores uruguayos que han escrito y estudiado seriamente a Artigas y que pertenezcan a la ciencia jamás confundan una declaración de la independencia. Ellos cuentan, y nosotros también con todas las cartas de Artigas y las relacionadas con él, que se encuentran reunidas en el Archivo Artigas.
Quiénes vivimos en el interior, y que nos gusta la historia tenemos el deber de acudir a esas fuentes para que de una vez por todas desde Buenos Aires y tras un libro o un contrato nos desdibujen la historia. Lo más importante del Congreso de Oriente no es la mentira de una independencia lo más importante del Congreso de Oriente es que es un paso más en una lucha por la defensa de los que menos tienen, de las autonomías provinciales, de una organización nacional basada en la continuidad de la integración del virreinato, de la igualdad entre las provincias unidas por pactos ofensivos y defensivos, de una organización confederal y republicana contra un dañino centralismo Porteño que también era monárquico y que no quería la independencia a instancias de Lord lord Strangford de Gran Bretaña, lazos de los cuales estaban exentos Entre Ríos Corrientes, Misiones, Santa Fe, Córdoba y la Banda Oriental mientras se gobernaron a sí mismo. Creo humildemente que lo importante, al margen de estos errores que se llegó hasta el desatino de querer declarar como la fecha de la primera independencia a la primer sesión del Congreso de Oriente, fue que se trajo al debate y a la memoria pública la figura de Artigas algo así como un enamoramiento o descubrimiento para muchos de Artigas y su ideario. Ahora tenemos el deber de honrar a Artigas con la verdad, estudiarlo con base serias, respetar su palabra y comprender el proceso histórico de la Banda Oriental, de Entre Ríos, Corrientes, Misiones Santa Fe y Córdoba. En definitiva de la República Argentina y de la República Oriental del Uruguay así desde la larga lucha federal del interior podemos seguir denunciado que él no cumplimiento de ese ideario artiguista-federal es una de las causas de los males que aquejan a nuestros queridos países. Los del interior profundo argentino y uruguayo, podemos escribir una historia basada en la documentación y los testimonios. No en la simple invención desde medios capitalinos y por autores porteños; «ni el miedo, ni la bolsa» como dijo San Martín. Por el simple amor a la verdad y a la dignidad de José Artigas y nuestro glorioso pasado.
Alejandro Jorge Casañas
Ex vice intendente de Concordia Entre Ríos