“El club es mi vida” manifestó su presidente Jorge Roberto Ibáñez

 El titular de la entidad de la República del Puerto Viejo habló con LA CALLE por un nuevo aniversario que cumplió el pasado martes 8.

El pasado 8 de septiembre el club Parque Sur cumplió 47 años de vida. Fue fundado en el año 1973 tras fusionarse dos importantes instituciones de nuestra ciudad como lo fueron División Río Uruguay y Pescadores.
Durante estos años la entidad de la República del Puerto Viejo fue creciendo con el esfuerzo de un montón de dirigentes que le quitaron muchas horas a su familia para trabajar por su querido Parque Sur. Cómo dice en esta nota su actual presidente Jorge Roberto Ibáñez, fueron muchos y nombrarlos por ahí nos olvidaríamos de algunos.
Siempre tuvo como deporte principal el básquetbol, siendo protagonistas a nivel local, provincial y nacional. Los logros comenzaron en la década del 1980. Primero con la obtención de títulos provinciales de intermedia de la mano de uno de los mejores entrenadores que tuvo, Mario Chirola Quinteros; en 1990 obtuvo su primera Liga Provincial de Intemedias, que le permitió jugar los viejos toreos Regionales, clasificatorios para la Liga Nacional; siguió después en los inicios del 2000 con los títulos de esa gran camada de jugadores que formó René Richard, el entrenador más exitoso que tuvo el club, para llegar a la realidad actual en donde está militando en la segunda categoría del básquetbol argentino, luego de lograr dos ascensos, primero al Torneo Federal y luego a la Liga Argentina. Todos con la obtención de títulos.
La forma de ser de su gente lo ha llevado ser el club más popular y convocante de la ciudad. Sus simpatizantes acompañan sus equipos a distintas ciudades donde juegan, y a veces en gran número. Prueba del amor que tiene por su institución es cuando se jugó la segunda final de la Conferencia Norte del Torneo Federal, en la ciudad de Salta, en donde un centenar de hinchas coparon con sus cánticos y alientos todo un estadio colmado por salteños.
Para hablar de este nuevo aniversario de la entidad de la República del Puerto Viejo, LA CALLE dialogó con su presidente, el profesor Jorge Roberto Ibáñez. El querido Pepillo en el comienzo de la charla destacó que “la realidad es que estamos pasando por una difícil situación económica, como todo club, provocada por la pandemia del Coronavirus. Luego de cinco meses de tener cerrado el club comenzamos con algunas actividades bajo un protocolo que dispusieron las autoridades del gobierno. Pero gracias a Dios los socios han respondido con el pago de su cuota societaria, que es el mayor ingreso que tenemos nosotros y de esa manera podemos hacer frente a parte de los gastos que se generan. En este tiempo hemos hechos algunas obras. Como el pintado de algunos sectores de nuestras instalaciones; arreglamos los vestuarios locales y visitante del estadio de básquetbol; mejoramos el quincho y el sector de la cantina. Pero la mayor inversión la estamos haciendo en la parte náutica para ponerla en valor con respecto a los otros clubes de nuestra ciudad”.
Sobre los proyectos que tienen para el futuro respondió “nuestra meta inmediata es terminar de climatizar la pileta de natación. Este año lo damos por perdido debido a la pandemia. Estamos trabajando para que en el próximo invierno la podamos tener terminada. Nos falta instalar la caldera y la conexión de gas natural para terminar de climatizarla. Esta obra nos permitiría aumentar la cantidad de socios y eso nos ayudaría a seguir subsistiendo”.
Cuando le preguntamos qué significaba para el ser presidente del club que se encariñó desde chico Jorge Ibáñez dijo “el club es mi vida. Uno reniega tanto, pero ahora que no lo tuvo seis meses, se da cuenta el lugar que ocupa en la vida de cada uno. Yo me críe, fue mi infancia y es mi vida. Mis hijos están en el club, soy del Puerto Viejo. Me gusta mucho la función de dirigente. A veces es cansador, pero ahora tengo energía renovadas. Lo quiero mucho y quiero verlo cada vez mejor”.
Sin dudas que lo más importante para la entidad de la República del Puerto Viejo en estos cuarenta y siete años de vida fueron los dos ascensos conseguidos al Torneo Federal y luego a la Liga Argentina. Y eso fue destacado por “Pepillo”, como se lo conoce en el club y en el sur de nuestra ciudad. “Los ascensos de categorías fue lo mejor que me pudo pasar como dirigente de mi querido club. Fue una gran emoción poder llevar a nuestra institución a lo más alto del básquetbol argentino y pelear de igual e igual con los mejores del país”.
“Cómo así también tengo que resaltar un momento malo y difícil para nosotros, como lo fueron las lesiones de los jugadores en la última temporada, en donde no pudimos cumplir la campaña que querríamos, pese a que la Liga se cortó por la pandemia”, afirmó Jorge Ibáñez.
El presidente de la entidad sureña en otro tramo del diálogo con LA CALLE habló sobre los dirigentes que pasaron por el club durante estos 47 años de vida. “Fueron muchos los que trabajaron por el club para llevarlo a lo que es hoy. Si los nombraría por ahí pecaría en olvidarme de alguno. Pero el que me marcó como dirigente y aprendí mucho de él, fue José María Paolazzi, el querido Payo. Fue mi maestro en la dirigencia deportiva, como lo fue Mario Chirola Quinteros, en la faceta de entrenador y formador de jugadores. Espero que se acerque gente joven para poder seguir el camino que hemos trazado y se produzca una renovación dirigencial. Pero igualmente no me voy a ir del club hasta el último día de mi vida”.