Hasta ahora no hubo ninguna persona que lo reclamara como propio.
Por estos días hemos visto como desde el Municipio se ha informado que desde que se aprobó la normativa de retirar los autos abandonados en las calles un total de 90 vehículos fueron quitados de los lugares donde habían sido depositados por sus dueños; a las inclemencias del tiempo y a su suerte. Sin embargo, hay uno que está a poco más de cumplir un año y medio ubicado en el mismo lugar sin que nadie lo reclame.
El comienzo de la historia se remonta a los primeros días de octubre de 2020, cuando recién se estaban liberando algunas actividades recreativas y deportivas; con protocolos estrictos y por poco espacio de tiempo. En la madrugada de un sábado, a pocos pasos del club San Martín y sobre la calle que recuerda al Prócer, se dio una curiosa situación que le llamó mucho la atención y que hasta el día de hoy no ha tenido respuesta.
Eran los primeros minutos de aquél sábado, momentos antes habían cesado las actividades permitidas en la zona. Todo muy tranquilo hasta que un auto, un Ford Fiesta de color verde oscuro, se detiene y bajan de él un hombre y una mujer. En medio de la noche tomaron un par de herramientas y le quitaron las dos patentes al vehículo. Enseguida, tiraron las mismas en el baúl de otro auto que los esperaba y todos se marcharon raudamente hacia la zona oeste de la ciudad.
La escena fue vista por algunos vecinos los que, al día siguiente y algo preocupados, llamaron a la Policía para notificar lo que habían visto. Desde esa Fuerza y por tratarse de un vehículo que quedó supuestamente abandonado les respondieron que debían comunicarse con la División Tránsito o la Guardia Urbana. Lo hicieron, pero desde allí les dijeron que debían informar a la Policía porque podría tratarse de un delito.
La cuestión es que desde entonces y hasta ahora nadie se ocupó del Ford Fiesta verde olvidado. Allí sigue, con gomas pinchadas, algún espejo roto y el estado de abandono cada vez más notorio. Algunos llegan interesados y preguntan a la gente del lugar si está a la venta, e incluso alguien fue más allá con algunos datos que lograron extraer al revisarlo y lograron saber que había un pedido de secuestro en la provincia de Buenos Aires. El misterio no se ha resuelto.
Pronto se cumplirán los 18 meses del suceso y el vehículo no fue incluido dentro de los 90 noventa que han sido quitados de las calles. Y la gente se sigue preguntando qué fue lo que ocurrió aquella noche, si fue un descarte tras un hecho delictivo grave o si está vinculado a alguna actividad de inteligencia. Lo que está claro es que no fue abandonado allí porque no lo quisieron más o sufrió un desperfecto. Quizá ahora que se conoce la historia se despierte el interés en el hecho y se pueda investigar algo que ayude a entender un poco lo que pasó y dejó muchos interrogantes.