El tradicional Abierto de Australia, primer torneo de Grand Slam del año programado entre el 8 y 21 de febrero, se jugará con hasta 30.000 espectadores por día en el estadio, anticipó ayer el ministro de Deportes del estado de Victoria, Martín Pakula, en una decisión que fue posible debido a los rígidos protocolos sanitarios que lleva adelante el país oceánico para mitigar los efectos de la pandemia de coronavirus.
«Será el evento internacional con público más importante que se haya visto en muchos meses. En la cancha principal Rod Laver Arena, a medida que nos acerquemos al final del torneo, tendremos una atmósfera increíble, no tan diferente a la que hemos visto en los últimos años», explicó Pakula en una entrevista que concedió a la televisión australiana.