La hipertensión ya es un problema de salud a nivel global que afecta a 1.280 millones de adultos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). No hay una causa concreta para esta enfermedad, pero sí diferentes pautas para tenerla bajo control, como la medicación y una alimentación baja en sodio. Ahora, unos científicos japoneses afirman que hay un método totalmente natural para combatir la prevalencia de esta afección: los baños termales. Los investigadores del Hospital Beppu de la Universidad de Kyushu han relacionado el hecho de bañarse en aguas termales a más de 40 grados de temperatura, lo que en Japón se denomina “onsen”, con una disminución de la tensión arterial. En concreto, han encontrado evidencias que este tipo de baños, sobre todo realizados por la noche, absorben los casos más bajos de hipertensión en personas mayores de 65 años. «Quería averiguar si los baños ‘onsen’ a largo plazo tenían algún efecto preventivo sobre la hipertensión. Investigaciones anteriores han demostrado que la terapia termal tradicional y los baños termales son efectivos contra diversas enfermedades, incluida la hipertensión», explicó Satoshi Yamasaki, profesor de medicina interna en el Hospital Beppu y primer autor del estudio. La investigación recopila información desde 2011 sobre el historial médico, los hábitos de baños termales e incluso qué tipo de “onsen” frecuentan más de 11.000 personas mayores de 65 años. «Fue observando los hábitos de ‘onsen’ de un individuo cuando encontramos algo interesante. Luego descubrimos que las personas que se bañaban en aguas termales después de las 19 horas tienen aproximadamente un 15% menos de probabilidades de tener hipertensión», detalla Yamasaki en el estudio publicado en la revista “Scientific Reports”, editada por “Nature”. El equipo plantea la hipótesis de dos razones principales para estos hallazgos: menor estrés y una conciliación del sueño más rápida. En esta línea, el científico recuerda que investigaciones anteriores han demostrado que un inicio más rápido del sueño puede mejorar la calidad del mismo y mejorar el control de la hipertensión. Además, se ha demostrado que las terapias termales, como los baños de sauna, liberan la tensión y ayudan a relajarse, disminuyendo así los niveles de marcadores de estrés en la sangre, lo que también conduce a una mejor mitigación de la tensión arterial. La Municipalidad de San José, en colaboración con el PAMI, ya lo está haciendo: más de 100 personas gozan de esos beneficios cada martes y de manera gratuita.
Editorial… Terapia termal
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