Editorial. Superwomans

Por Esther Vivas

Las mujeres tenemos que desobedecer al mandato de la maternidad porque esta será deseada o no será. Si nos convertimos en madres, hay que desobedecer al mandato de la maternidad patriarcal: esa madre abnegada, que no tiene otros intereses más allá de la crianza, y que además tiene que ser una Superwoman: con un cuerpo perfecto, siempre disponible para el empleo, que nunca se equivoca ni fracasa. Hay que rebelarnos contra ese ideal de la buena madre, de la madre perfecta. No sólo porque es inasumible, sino que es tóxico: nunca llegaremos a ser esa madre. La maternidad está rodeada de tabúes y de silencios. A las madres no se nos permite narrar experiencias reales. Acostumbramos esconderlas tras “la máscara de la maternidad” y esto genera mucho dolor. Hay tres grandes tabúes: la infertilidad, las dificultades que algunas mujeres podemos enfrentar para tener hijos. Experiencias que no se nombran públicamente porque se espera que las mujeres queden fácilmente embarazadas, cuando las causas de la infertilidad son también socioeconómicas: posponer la maternidad por razones laborales o profesionales hasta una edad en la que se tienen dificultades, y la infertilidad también es masculina. Otro gran tabú es la muerte gestacional, que también es una experiencia que choca con lo que socialmente que se espera de una mujer embarazada. Hay que visibilizar esta situación para que otras mujeres que transitan esta experiencia no se sientan solas y para que la sociedad reconozca ese dolor, ese duelo, que el sistema sanitario lo acompañe adecuadamente, que reconozcan a esa mujer como madre y a ese bebé como su hijo o hija. Y un tercer gran tabú es la depresión posparto porque también se espera que una madre que acaba de dar a luz esté enamorada y feliz. Hay muchas mujeres que sufren la depresión posparto pero a veces se les estigmatiza, se les niega ese dolor, ese sentimiento, cuando esa experiencia debe ser reconocida para que quienes la sufren puedan pedir ayuda, tener la atención médica y sanitaria necesaria.