Editorial… Influencia

Según el Foro Económico Mundial, los miembros de la Generación Z, los nacidos entre 1997 y 2012, constituirán el 27% de la fuerza laboral en tres años. Pronto serán también el mayor grupo etario de votantes. El informe de Walton Family Foundation and Murmuration (una ONG sobre desigualdad educativa fundada por Emma Bloomberg), pinta una imagen de una generación que valora la familia y el bienestar por encima de ganar dinero, no tiene miedo de trabajar y considera que la participación cívica es vital para promover sus valores. Según el informe, los miembros de la Generación Z “tienen pocas expectativas de que el gobierno, las corporaciones y otras instituciones les den prioridad o tomen en cuenta sus necesidades”. Son “menos conservadores que las generaciones anteriores y adoptan una postura más progresista” en temas como la justicia social, la salud reproductiva y el cambio climático. Y “consideran que defender a los que no tienen voz es fundamental para su identidad”.
La Generación Z quiere sentirse conectada con los problemas que les preocupan, “quieren un sentido de propósito”, dijo Romy Drucker, directora del programa educativo de la Fundación de la Familia Walton. Cuando se trata de la escuela, “no sienten que su educación los esté preparando para el tipo de futuro que quieren tener”. La Generación Z no quiere seguir el camino de sus padres y abuelos: trabajar hasta el agotamiento o tener una vida monótona. Quieren tener tiempo para actividades familiares e individuales y no les atrae la idea de jurar lealtad a un trabajo o empresa. “Esto les da motivación para desafiar políticas corporativas y redefinir la armonía entre el trabajo y sus propias vidas”. En promedio pasan 2 años y 3 meses en un mismo trabajo. Les preocupa mucho la suerte de su salud mental y no lo callan. En comparación con otras generaciones, tienen el doble de probabilidades (42% a 23%) de admitir que experimentan depresión y sentimientos de desesperanza. Y tienen tres veces más probabilidades (18% a 5%) de reconocer que han considerado autolesionarse o suicidarse. El informe concluye que la Generación Z “tendrá una influencia enorme en el futuro de la sociedad en general”. El gran mensaje de los jóvenes es, “por favor escuchen, tenemos buenas ideas sobre lo que nos emociona y queremos». Con las elecciones en el horizonte, este es un momento oportuno para comprenderlos mejor. Y escucharlos.