Sr. Director:
Para el neoliberalismo, el crecimiento y la concentración se acepta como una consecuencia natural en cambio, para el nacional populismo, el crecimiento es una condición económica. Ambos modelos suponen que la concentración estimula el crecimiento, uno por medio del monopolio y otro desde el cooperativismo, lo cual es demostrable estadísticamente, siempre y cuando sepamos quien realiza las estadísticas, pero mientras el neoliberalismo no ve necesidad alguna de limitarla, el nacional populismo, que sí reconoce límites, no logra controlarla.
Finalmente, la situación de perplejidad genera malestar en la población, que ve a los extremos de modelos favoreciendo al mismo sector concentrado de la economía, y decimos “sector de la economía” para no confundir al ciudadano común, pero la realidad es que la concentración está diseñada por la crematística, no es una concepción natural, dentro de cada rubro concentrado, hay un exagerado porcentaje de ganancia que sirve solamente para saciar la codicia del crematístico.
El cierre de exportación de carne vacuna por 30 días, viene a desnudar la teoría que ambos modelos pregonan, a poner en debate cual es el fin de esta medida, ¿bajara el precio de la carne para el mercado interno? La respuesta indudablemente es “No”. ¿Y después que medidas habrá?
La respuesta es “No lo sabemos” pero lo que está claro es la incertidumbre en los sectores productivos y la angustia del asalariado que compra menos mes a mes. Entonces podemos suponer que si la preocupación es la mesa de los argentinos y el precio que pone la demanda internacional eleva el precio interno, estamos ante un dilema difícil de resolver y nos preguntamos, ¿nuestros gobernantes ven la oportunidad que se presenta? La respuesta es “No” Hay que tener en cuenta, dos factores en este problema, porque acá los analistas del sector cometen un terrible error, que es, cuantas cabezas tiene el país o cuantas toneladas produce por año, y buscar una solución a este problema debe basarse en desarrollar un diagnostico en cuanta carne vacuna consume internamente el país, y cuanta carne vacuna se exporta.
La realidad nos muestra un aumento de la pobreza en los sectores populares y esto activa el debate por el desempleo, el costo de los insumos necesarios, el salario, el gran déficit social, especialmente en viviendas y por último, la deuda externa, la gran responsable de los desbarajustes, porque cuando los modelos debaten medidas crematísticas para solucionar el problema, la economía productiva se concentra y se hunde, es sencillo de entender, donde antes habían cien familias generando riquezas ahora hay una, las otras noventa y nueve estas aglutinadas en los cordones de las grande ciudades esperando un modelo inclusivo y dependiendo de planes desarrollados con escaso razonamiento moral.
Gastón Borsini