Dos aspectos para mejorar la zona de juegos en la Isla del Puerto

Señor director:
Que la Isla del Puerto es un emprendimiento que catapultó a la ciudad a un plano turístico nunca antes imaginado para esta actualidad, luego de que se fue perdiendo de manera paulatina la mística que supo tener Banco Pelay, pero igualmente hay algunos temas para mejorar en el sector destinado al divertimento de los más chicos.
Luego de que la anterior administración de la isla avanzara con la colocación de juegos y la confección de un espacio para que los chicos puedan ir a jugar, nunca más se hizo nada en ese espacio. Al menos eso parece.
Si bien el sector es amplio y está permanentemente mantenido en lo que respecta al corte del césped, hay algunas falencias fáciles de ver y muy fáciles de solucionar.
A lo largo de toda la isla hay una enorme cantidad de columnas de iluminación, pero cuando uno está en la zona de juegos infantiles, cuando cae el sol, empieza a quedar todo muy oscuro, salvo por algunos postes de luz que dejan ver un poco durante las primeras horas de la noche. Tal vez colocando algún poste más de iluminación se podría extender la estadía de los niños en uno de los parques mejor montados de la ciudad, por el espacio y la cantidad de juegos que hay.
Para esta falencia no puede utilizar el argumento de que más luz afectaría al ecosistema del lugar, ya que a lo largo de toda la isla hay una cantidad incontable de postes de luz que son encendidos diariamente. Si un poste de luz en la zona de juegos afecta al ecosistema, tal vez se pueden apagar la mitad de ellos y colocar sólo dos postes de iluminación en la zona de juegos. Es un tema de voluntad.
Por otro lado y en el mismo sector, causa un poco de contradicción que los bancos de plaza estén colocados de espalda a los juegos. Entiendo que los bancos fueron colocados mucho antes de que se monten los actuales juegos, pero ¡nadie pudo pensar en esos bancos de cemento rectangulares que están en la zona de Defensa Sur? Con cuatro o cinco bancos de esos en ese lugar, se solucionarían los problemas que tienen algunas embarazadas para permanecer paradas en el lugar o las abuelas que suelen acompañara sus nietos y se cansan rápidamente, ellas también podrían descansar.
Me da la sensación de que este sector de juegos infantiles no está pensado por y para familias que entienden las necesidades a la hora de ir con niños a jugar al lugar.
No creo que demande mucha inversión algunos bancos que se puedan usar de frente a los juegos, así los acompañantes de los niños pueden descansar mientras ellos se divierten. Por otro lado, la falencia de iluminación tampoco debería ser un aspecto complicado de solucionar.
Maximiliano Altamirano