Documental sobre fanatismos en torno a Esperando la carroza

Carroceros cuenta con entrevistas a los protagonistas del filme de Doria, quienes se muestran asombrados por el movimiento de fanáticos. También reúne a varios seguidores para que comenten sus experiencias. Carroceros, documental de Mariano Frigerio y Denise Urfieg, que llegó a la pantalla de Cine.ar, indaga en el fanatismo tansgeneracional de Esperando la carroza, icónica película que Alejandro Doria estrenó en 1985 y que legó frases y personajes al acervo popular. «Yo soy muy fanático desde chiquito, me sé la película de memoria y, cuando me enteré que la casa estaba cerca de donde vivo, fui a visitarla y ahí me di cuenta que toda le película se filmó a pocas cuadras de mi casa. Durante las visitas al barrio me fui enterando de los grupos de fanáticos que hacían tours, intentaban entrar a la casa, iban a sacarse fotos y recreaban escenas del filme», reveló Frigerio a Télam. Urfieg, por su parte, explicó que «la idea inicialmente fue hacer un documental sobre Versalles, el barrio donde la película se filmó casi íntegramente porque nos llamó la atención que haya sido filmada en apenas unas manzanas y que los vecinos que participaron del rodaje sigan viviendo allí». Lo que empezó como un documental que narraría una parte de la historia detrás de Esperando la carroza, a los 35 años del estreno, se transformó en una cinta sobre las pasiones que despertó esta película que no es simplemente una comedia, sino que representa los complejos entramados de una familia común y corriente y es también una crítica a los primeros años de la posdictadura. La cinta cuenta con entrevistas a los protagonistas del filme de Alejandro Doria, quienes se muestran asombrados por el movimiento de fanáticos, como también lo estuvieron cuando se iban enterando sobre las proyecciones en otros países. Pero, también, el documental de Frigerio y Urfieg, al encontrar tal legión de seguidores, decidió reunir a varios de ellos para que cuenten sus experiencias, de las más variopintas, que los llevaron, obligatoriamente, a representar escenas de aquella película. En su investigación, Frigerio encontró en Facebook a la Asociación de Enfermitos de Diálogos de Esperando la carroza, que tiene más de 20.000 miembros que hablan entre ellos recurriendo únicamente a diálogos de la película. «Entonces cambiamos el foco y nos centramos en ellos, los ‘carroceros’. Y, como yo soy uno de ellos, funciono como hilo conductor de todo el documental, buscando entrar a la casa, mientras que conozco más fanáticos y entrevisto a los actores», señaló el realizador. En tanto, Urfieg indicó que «particularmente, nos interesaba la casa de la familia Musicardi. Sabíamos que seguía habitada por las mismas dueñas que la alquilaron para la filmación y que había sido declarada de interés por la Legislatura porteña».