Señor director.
La mentira ha sido utilizada desde el principio de los tiempos. En la actualidad adquiere una dimensión superior por los medios disponibles para reproducir su contenido.
De ahí que sembrar la incertidumbre sobre el plan de vacunación Nacional acompañado de denuncias en series, opiniones asertivas inconsistentes, por los mismos que sostienen el «ideario» de Cambiemos, se convierte en pocos segundos, en una decisión vacía de contenido político serio, encerrando en sí mismo, una mezquindad de objetivos, falsas ideas, guiados por una bajeza de principios, que provoca un rechazo enorme en la mayoría de los argentinos que en las actuales circunstancias anhela confiabilidad.
Qué grado de responsabilidad le cabe a quien acude a la duda como método, sin aportar nada e importarle absolutamente menos, procurando reducir y arrebatar los efectos positivos y aciertos que el Gobierno Nacional pudiese alcanzar en las políticas públicas de Salud con relación a la pandemia del coronavirus-19. Desde el punto de vista ético por elegir un valor es insostenible.
Quién defiende esta perspectiva contra el sentido común genera una gran preocupación siendo los mismos que ignorando las consecuencia negativas de su gobierno aspiran a ocupar cargos públicos en un futuro inmediato.
Su condicionalidad está dada para el caso de que el Poder judicial no avance en las numerosas causas iniciadas con fuertes signos de ilicitud en los negocios efectuados durante la gestión 2015-2019.
Tendrán alguna escala de valores a la cual se someten estos dirigentes cuando no articulan mentiras tras mentiras? Así como se identifica el grave problemas de «la pobreza que mata» esta sistemática deformación de la verdad objetiva rechazando evidencias e instalando en la mente de muchos argentinos el supuesto desacierto de la actual gestión de gobierno inclina el sesgo cognitivo hacia el precipicio de la nada. El incremento de la ansiedad, el malestar la angustia que padecemos los incorpora como coprotagonistas ineludibles. Son las consecuencias negativas de una utilización de los medios que rescatan juicios de valor con el objetivo supuesto de teledirigirlo al enemigo político aunque solo alcanza efectos colaterales entre sus propios seguidores. La falta de coherencia, de autenticidad de honestidad de los dirigentes de Cambiemos creando convicciones fuera de la realidad deben sucumbir en forma sensible e inteligente para bien de los argentinos.
Aldo O.Savina