Diez años sin Amy Winehouse, una diva fuera de su tiempo

Amy Winehouse, la fulgurante artista que a comienzos de este siglo revitalizó con su inigualable talento ritmos como el jazz y el soul, y recuperó espacios para las mujeres en el ámbito musical a través de su presencia escénica, era hallada muerta en su departamento de Londres el 23 de julio de 2011, a los 27 años, a causa de una excesiva ingesta de alcohol.
Dueña de una potente y expresiva voz que supo transmitir sus más profundos sentimientos, por la que se la llegó a comparar con las legendarias Billie Holiday y Sarah Vaughan; y de una ajetreada vida marcada por demonios internos que buscó eludir con el consumo de drogas y alcohol, esta artista rememoró en el amanecer del siglo XXI las trágicas parábolas de las grandes figuras femeninas de la historia del jazz. No solo recuperó y proyectó en la nueva era sonidos que habían sido relegados por el pop y la electrónica para las nuevas generaciones; sino que, además, provocó una nueva forma de empoderamiento al permitir con su éxito la aparición de figuras como Adele y Lady Gaga, entre otras.