Desde los años 90 que existe una tríbu sin apoyo en la ciudad

Señor director:
Desde la década de los años 90 que existe una tríbu urbana en la ciudad que no encuentra cobijo constante de ninguna de las gestiones municipales que pasaron por la ciudad. Estoy hablando de los chicos que andan en patinetas, o los famosamente llamados skaters.
Durante la década de los 90 se los solía ver patinando en las escalinatas del Centro Cívico, en el medio de la plaza, en inmediaciones del cementerio o en algún club que prestaba un sector de sus instalaciones de manera momentánea; como por ejemplo el club Tomás de Rocamora que brindó un sector y después terminaron mudándose al club San Martín.
Desde que soy chico que la gente mayor no comprende la diversión y la adrenalina que le puede causar a un chico desplazarse arriba de cuatro ruedas y realizar alguna pirueta sobre su tabla.
Ellos siempre tuvieron que lidiar con la falta de un espacio para practicar su deporte dignamente, hasta que hubo una gestión que le dio vida a la bautizada placita del skate.
Luego de la emoción que generó a esta tribu tener su espacio, empezaron nuevamente los problemas. Los padres empezaron a llevar a sus hijos al lugar, le dieron un mal uso a las instalaciones, las usan para tomar mate y se fue desmejorando a pasos agigantados; a un punto tal que hoy es imposible practicar un deporte sobre ruedas en ese lugar.
Esta no es una crítica al actual Intendente, que le tocó comandar los destinos de la ciudad en medio de una pandemia que está generando complicaciones nunca antes afrontadas y de difícil solución. Es simplemente un llamado de atención para atender las necesidades de un deporte en ascenso.
Sebastián Arraigada