Paola Jacquement, licenciada en nutrición y docente, se refirió a diferentes aspectos de la normativa que tuvo aval parlamentario y a los beneficios inmediatos de mejorar los hábitos de comer.
Por: Matías Dalmazzo
Podemos afirmar que actualmente la alimentación diaria y saludable es una de las principales ocupaciones de los individuos; ya sea por cuestiones económicas, de salud o con la intención de mejorar la calidad de vida.
En este contexto y desde hace tiempo, diversas asociaciones y entidades afines a la actividad nutricional, impulsaron, promovieron y visibilizaron la necesidad de sancionar la Ley 27.642 de Promoción de Alimentación Saludable en Argentina; mediante el Etiquetado Frontal de Bebidas y Alimentos Envasados.
Luego de ser sancionada el 26 de octubre de 2021, la ley necesitó un plazo determinado para que los productos alimenticios y bebidas aparezcan con los sellos, impuestos por la normativa que tuvo un amplio respaldo parlamentario cuando fue sancionada. Este período de tiempo finalizó el 20 de agosto, nueve días después de haberse conmemorado el Día del Nutricionista.
Debido a esto y con la intención de profundizar en la aplicación de esta ley, además de diversos aspectos que hacen a la alimentación cotidiana, contactamos a Paola Jacquement, Licenciada en Nutrición y docente de la facultad de Ciencias de la Salud, perteneciente a la Universidad Nacional de Entre Ríos.
“El etiquetado de alimentos es una herramienta práctica, que permite una instancia de educación rápida; donde se le puede explicar al consumidor que los alimentos tienes excesos de azúcar, sodio, grasas totales y calorías. Además, a las leyendas precautorias, se suman las de tiene cafeína y edulcorantes no recomendados en niños”; explicó la entrevistada en el inicio del contacto que mantuvo con este espacio.
-¿Cómo funciona la ley que obliga al uso de un etiquetado frontal en bebidas y alimentos envasados? ¿Se está cumpliendo debidamente?
-La ley de Promoción de Alimentación Saludable fue sancionada en octubre de 2021 y puesta en vigencia a partir del 23 de noviembre del mismo año. Si bien ya es ley en nuestro país, el único eje que hasta el momento se pudo reglamentar es el de Etiquetado Frontal de Advertencias de Bebidas y Alimentos Envasados.
Esta iniciativa consta de dos etapas, este 20 de agosto se cumplió la primera para las grandes empresas. A partir de esta fecha deberíamos empezar a ver en las góndolas los alimentos que son alcanzados por esta ley, aunque cuenta con ciertas contemplaciones.
-¿Por ejemplo?
-El otorgamiento de prórrogas. En nuestro país se presentaron 2658 prórrogas, de las cuales 35 por ciento fueron aprobadas; aunque desconocemos los motivos. Tampoco se conocen cuáles son las empresas a las que se le otorgó este beneficio, por lo tanto estos alimentos recién tendrían etiquetado en febrero de 2023.
Los integrantes del colectivo nutricionista sabemos cuáles son los alimentos alcanzados por la ley, pero estas prórrogas pueden llegar a confundir a la comunidad al no ver los sellos correspondientes.
La primer etapa para las grandes empresas venció el 20 de agosto, por lo tanto deben comenzar a hacer una adecuación de sus productor en función de los parámetros para nutrientes críticos determinados por la OPS (Organización Panamericana de la Salud) Los octógonos negros los deberíamos poder identificar en la parte frontal de los envases. La segunda etapa es nueve meses después.
Por su parte, las PyMEs tienen 15 meses para adecuarse a esta normativa y por eso recién en 15 meses, el 23 de febrero, vamos a empezar a ver la adecuación de las pequeñas y medianas empresas.
-¿Cuáles son los principales beneficios de esta ley?
-La ley tiene la característica de ser una lucha de la sociedad civil, de diferentes asociaciones, entidades y organizaciones; en pos de lograr el etiquetado frontal de advertencias, para poder identificar los nutrientes críticos que se encuentran relacionados con las enfermedades crónicas no transmisibles: obesidad, diabetes, hipertensión, dislipidemia y diferentes tipos de cáncer.
Los principales beneficios de esta ley serán que el ciudadano común va a tener acceso a la información, asegurando así el derecho a la salud.
Es importante poder elegir qué alimentos comprar y cuáles no, independientemente del factor económico; que indiscutiblemente atraviesa la elección de nuestros alimentos.
Dentro de esas decisiones y al tener información, estamos seguros que el ciudadano va a mejorar las elecciones. Esto repercute en un mejor estado de salud.
-¿Existe un mecanismo o protocolo que active la aplicación de esta ley con el paso del tiempo?
-El eje del etiquetado frontal está regulado por ANMAT, ya se modificó el Código Alimentario. Se elaboraron múltiples herramientas para poder chequear la composición de un alimento, si es alcanzado o no por sellos. Hay una calculadora que elaboraron y que se encuentra en la entidad que mencionamos.
Por otro lado; ya están reglamentadas las medidas del sello, según el tamaño del envase. Todo está acordado en tanto a medidas, ubicación y demás.
Los reguladores de esta ley a nivel nacional son: el Ministerio de Salud y la ANMAT, pero sabemos también que trabaja el Instituto de Control Bromatológico a nivel provincial.
En cuanto a la efectividad y aplicación de la ley a nivel provincial, venimos trabajando desde diferentes entidades. Entre Ríos cuenta con tres asociaciones de nutricionistas, de la cual soy parte de ALENCU (Asociación Civil de Licenciados en Nutrición de Concepción del Uruguay).
También contamos con el espacio de la Coalición Nacional para Prevenir la Obesidad, que está conformado por más de 50 organizaciones civiles de todo el país y es un proyecto subvencionado por UNICEF.
Por otro lado venimos trabajando en una Comisión de Etiquetado con la Federación Argentina de Graduados en Nutrición, gracias al Colegio de Nutricionistas que me permite ocupar ese espacio.
De esta manera vamos trabajando continuamente en función de los avances y de lo que surja. La idea es poder nuclear todas estas entidades, junto a los ministerios de Salud, Desarrollo y Educación a nivel provincial.
También somos parte de la mesa intersectorial del Ministerio de Salud Provincial Para Prevenir la Obesidad, que sería un espacio más que propicio para poder avanzar en asegurar el correcto funcionamiento de esta ley a nivel provincial.
-¿Cuáles son los primeros beneficios que se evidencian, cuando una persona sana decide organizar su forma de alimentarse?
-Es de considerar que la población en general y los profesionales de la salud, cada vez consideran más importante el abordaje de una alimentación saludable; independientemente de la presencia o ausencia de enfermedad.
Junto a la actividad física, la alimentación es un pilar más que nos permite tener un adecuado estilo de vida. Esto actuaría para evitar o retrasar la aparición de enfermedades a mediano y largo plazo. Una nutrición adecuada influye en amplios aspectos: en el rendimiento escolar, en una práctica deportiva (sea o no deportista) y en el desarrollo de cualquier actividad cotidiana.
-Si un adolescente está leyendo esta nota y tiene ganas de estudiar Nutrición: ¿qué le recomendarías a la hora de encarar este estudio?
-Hoy hay muchas universidades, públicas y privadas, que dictan la carrera de Nutrición a lo largo y ancho del país. En el caso de Entre Ríos, podemos destacar que tenemos la posibilidad de cursar de forma privada en la UCU (Universidad de Concepción del Uruguay), en Gualeguaychú está la Facultad pública de Bromatología dependiente de la Universidad Nacional de Entre Ríos.
También hay otras entidades educativas privadas diseminadas por la provincia, donde se puede cursar esta carrera.
Hace muchos años, los destinos para estudiar la carrera estaban en las universidades de Córdoba, Buenos Aires o Corrientes.
A los chicos les recomendaría que puedan informarse en cuanto a las competencias e incumbencias del título, que puedan ver la amplia aplicación que tiene; ya sea en el ámbito de la salud pública, clínicas, deportes, gerenciamientos de espacios de comedores y administraciones de servicio de salud. Es muy amplio el campo de aplicación de la Nutrición.