Señor director:
Es bueno saber que los gremios y sindicatos ayudan a sus afiliados, para que estos tengan un buen equipamiento de útiles escolares para iniciar el ciclo lectivo, más allá de que seguramente habrá retrocesos y dificultades para que todos los docentes asistan en tiempo y forma a las aulas, ya se habla de la cantidad de licencias médicas que empiezan a pedir, pero esa es otra historia.
La entrega de útiles es muy positiva y no debemos recalar en si son primeras, segundas o terceras marcas, ya que muchos de los gremios, sindicatos y frigoríficos de la ciudad suelen entregar material bastante aceptable. Por otro lado, lo que no es aceptable es que se entreguen mochilas con el símbolo de ATE casi tan grande como la mochila. Ninguna de las personas que cranearon la fenomenal idea de imprimir un sello de ATE en una mochila escolar, se puede llegar a animar a enviar a su hijo al colegio con dicho accesorio. Es una mochila para un niño, no para un afiliado o militante que se prepara para cortar una calle o avenida.
Es indudable que esta situación, para quienes peinamos canas o estamos arriba de los 45 años, nos haga recordar la triste iniciativa del ex gobernador de la provincia de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, quien entregaba calzados infantiles con su firma. Una actitud denigrante que pensábamos había quedado en el pasado.
Alejandro Martínez
