Cultura y solidaridad como pilares de LT11

“La provincia, además de heterogénea, es muy localista, entonces LT11 no se parece en nada a las otras diez radios AM de Entre Ríos, pese a que estamos todos cerquita”, explicó Izaguirre.

LA CALLE mantuvo un diálogo con el actual director de la emisora, para realizar un recorrido histórico.

Por Matías Dalmazzo

El éter de Concepción del Uruguay comenzó a tener un sello propio a partir del 29 de septiembre de 1951, cuando nació LT11, entonces filial de la red Splendid en la ciudad. Al principio, las voces locales se escuchaban en el 1310 KHz, pero en 1974 la emisora adquirió una impronta regional más fuerte al ser rebautizada como “General Francisco Ramírez” y se afianzó en la frecuencia 1560 Khz. En 2010 fue incorporada por Ley 26522 a la órbita de Radio Nacional.
Debido al innegable vínculo entre LT11 y los uruguayenses, LA CALLE dialogó con Juan Antonio Izaguirre, director de la emisora local, quien se animó a realizar una descripción de la radio, recordó algunas personalidades que pasaron por sus micrófonos y reveló algunas anécdotas
¿Cuándo supiste que en la ciudad existía un medio de comunicación que se llamaba LT11?
A la radio la conozco desde que tengo memoria, en su momento era lo único que había para mantenerse informado. A la mañana la escuchábamos antes de ir a la escuela y a la tarde, doña Angélica, una mujer que trabajaba en casa, nos sentaba arriba de la mesa después de bañarnos y escuchábamos el radioteatro. A la tardecita emitían el informativo, aunque algunas veces en la chacra del abuelo se escuchaba radio Colonia por ejemplo, después se apagaba la radio para guardar batería y así escuchar al otro día.
¿De qué se trataban esos radioteatros y quiénes los llevaban adelante?
Lo que más recuerdo es a Jorge de Torres, probablemente por el gracejo que tenía para presentar los lugares donde iban a estar y ese sello que hasta ahora quedó grabado, muchos lo repiten sin saber de dónde salió: ¡Gracias Lagos! Mañana estamos en Las Guachas. El locutor Raúl Lagos era el que hacía la voz del relato que enlazaba las escenas del radioteatro, describía las situaciones.
Tengo presente la compañía de Jorge de Torres, con su primera actriz Belkis Poli y el primer actor Omar León. Todo eso se grababa acá y con cinta abierta, los operadores muchas veces le ponían los efectos en vivo y en otras oportunidades se editaban.
Con nueve y diez años cursé cuarto y quinto grados en la escuela Avellaneda, a pocos metros de la radio, lo que me permitía escaparme para poder venir a ver cómo se graba el radioteatro.
Debido a que cantaba en la Peña Del Espinillo tuve la posibilidad de presentarme en la radio, lo que me permitió emparentarme con los protagonistas y tipos que admiraba: el profesor Bisagno, Puchulu y Matiauda por ejemplo.
¿A dónde crees que aporta más la radio para la ciudad? ¿En lo cultural, informativo o entretenimiento?
En todos los aspectos. La ciudad forma lo que quiere del medio de comunicación. Existe un intercambio permanente entre la sociedad y LT11. Mucho de lo que Concepción del Uruguay tiene de solidario, lo consiguió gracias a las permanentes campañas de LT11; en busca de un juguete, de arreglar una escuela o conseguir un remedio que faltaba por ejemplo. Antes muchas personas llegaban hasta la emisora para intentar conectarse con gente que pueda proveer de alimentos a los que no tenían para comer, usaban la radio como recurso para poder acceder a diferentes cosas. La cultura y la solidaridad son dos categorías en donde LT11 es imbatible.
¿La cercanía entre LT11 y la sociedad uruguayense, se repite en otras localidades de la provincia?
Entre Ríos es muy heterogénea, con once radios de Amplitud Modulada (AM), tres de las cuales pertenecen al sistema público nacional: Lt14 (Paraná), Lt11 y Radio Nacional Gualeguaychú.
LT14 y LT11 eran radios comerciales, intervenidas por el estado desde 1958-1958 en adelante, a las que para los años 90 se le cambió la denominación de interventor a director. Después de la ley de Medios, estas dos radios pasamos a integrar la Cadena de Radio Nacional.
Lt11 nació como una radio privada, ya que era una filial de Radio Splendid ubicada en Capital Federal. En ese momento, existían tres cadenas de emisoras: El Mundo, Belgrano y Splendid.
La provincia, además de heterogénea, es muy localista, entonces LT11 no se parece en nada a las otras diez radios AM, pese a que estamos todos cerquita. Nos parecemos mucho a nuestra comunicad y a su vez generamos, por la impronta del personal de cada emisora, un espíritu comunitario diferente a los demás.
¿Qué características hacen interesante a la radio?
El locutor te dice que hace frío y vos te abrigas. Acordate de Bisagno diciendo: ¡Abrigue al nene señor! O el “gordo” Puchulu llamando a la solidaridad.
Para graficar esto, hay una anécdota muy linda. El operador Lito Paroli había hecho unos ensayos para realizar una transmisión por los alambrados, ya que no llegaban con el cable. La transmisión después no se hizo, pero se probó que se podía.
Un tiempo después el equipo de básquet de la radio viajó hasta Elortondo (Santa Fe) para transmitir un partido de Rocamora, pero durante la noche anterior hubo una tormenta, que terminó bajando las líneas y el teléfono que usaban era a magneto. Fue así que Lito se volvió a la ciudad en la vieja Estanciera de LT11, enlazó los cables de cobre con el alambrado y se hizo la transmisión de básquet desde Elortondo.
El deber que tenemos como radiodifusora es el de estar al aire. No tenemos que dejar de estar al aire. Es como decía “tito” Carricarte, los diarios tienen 16 páginas, con noticias o sin noticias. Tenes que estar ahí. El tema de la radio es la dinámica, la inmediatez y el escaso margen de error. Aún hoy, con tantos años de radio, si le erras al aire hay un oyente que te lo va a remarcar en algún momento, con un llamado telefónico, un comentario en redes sociales o en la calle.
LT11 siempre tuvo la capacidad de los muchos conductores como Jorge “sapo” Lacava, Roberto Barozzi, Mary Charriere y Andrés Bisagno, que probablemente es la persona que tuvo más repercusión durante mayor cantidad de tiempo, como conductor de un espacio.
Este es un dato de cómo a veces la radio se adapta a la comunidad. El Gigante, que era el programa de Bisagno, nació como un informativo, después fue un panorama de media hora y con el paso del tiempo se fue estirando. En virtud de los comentarios y de las entrevistas que se realizaban, se convirtió en el “Panorama Gigante de Noticias”, hasta que finalmente quedó como El Gigante. Normalmente se emitía de 6:30 horas a 9 de la mañana.
¿Lt11 llegó a tener una cablera para recibir información regional, nacional e internacional, en la época que no existía internet?
Sí, teníamos una teletipo de TELAM con noticias oficiales. Consistía en una bocha que tenía todos los tipos y pegaba en la cinta como si fuera una máquina de escribir, pero a gran velocidad. La máquina era tan vieja, que por ahí en vez de tirar letras, tiraba códigos y había que traducirlos todos. Cada código equivalía a una letra.
Estabas una tarde entera para imprimir una gacetilla…
(Risas) Aprendimos más o menos rápido, porque teníamos una lista donde decía qué quería decir cada código y corregíamos los cables. La aparición de la computadora redujo el tiempo de recibir información e internet permitió masificar esto. Empezamos a tener mayores posibilidades de chequear la noticia que antes no teníamos. Acceder a una fuente desde una radio del interior, era como sacarle jugo a un ladrillo.