Cuando el frío aprieta, la solidaridad se activa. Cómo funciona el Refugio Social para quienes no tienen dónde dormir

Concepción del Uruguay refuerza la asistencia ante la ola de frío: abrigo, alimentos y acompañamiento para personas en situación de calle Pese a esto; cinco personas se rehúsan sistemáticamente a trasladarse al refugio, incluso con el frío extremo.

Por: Redacción La Calle

Las bajas temperaturas de los últimos días volvieron a poner en evidencia la situación de extrema vulnerabilidad que atraviesan muchas personas en Concepción del Uruguay. En este contexto, la Municipalidad informó que intensificó las acciones de contención y asistencia, con prioridad en quienes no tienen un techo para resguardarse. El Refugio Social, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Social, cumple un rol central en este operativo de emergencia, ofreciendo un espacio calefaccionado, cena caliente, una cama limpia y acompañamiento social.

Según el comunicado oficial, actualmente hay 12 personas alojadas en el Refugio, entre ellas dos mujeres. Pero también se mantiene la atención fuera del edificio: equipos municipales recorren la ciudad durante la noche para entregar viandas calientes, frazadas y abrigo a quienes aún permanecen en la vía pública. El dato que genera más preocupación es que cinco personas se rehúsan sistemáticamente a trasladarse al refugio, incluso con el frío extremo. En esos casos, el Municipio trabaja articuladamente con la Policía y la Defensoría, buscando resguardar su integridad sin vulnerar su voluntad.

La red de asistencia incluye además a clubes, iglesias, comedores y más de veinte barrios, donde se entregaron frazadas a las familias con mayores necesidades. Y se está acompañando a tres personas en situación de calle que no son oriundas de la ciudad y que están esperando regularizar su situación documental para poder acceder a ayuda estatal o continuar su camino.

En este marco, La Calle dialogó con Marianela Marclay, secretaria de Desarrollo Social de la Municipalidad, para conocer en detalle cómo funciona el Refugio y de qué forma se garantiza la atención a quienes más lo necesitan.

-Con la reciente ola de frío, ¿cómo está la situación en El Refugio? ¿Han notado un aumento en la cantidad de personas que buscan un lugar? ¿La capacidad está colmada o aún hay camas disponibles?

-Con la reciente ola de frío, el refugio está funcionando a plena capacidad operativa. Actualmente hay 12 personas alojadas de manera permanente, además de otras que se acercan diariamente para recibir una comida caliente o utilizar las instalaciones sanitarias.

Si bien la capacidad aún no está colmada, sí se ha registrado un aumento en la demanda: en menos de 24 horas, ingresaron dos personas más. Este incremento refleja el impacto directo que tienen las bajas temperaturas sobre las poblaciones en situación de vulnerabilidad.

-¿Cuál es el proceso para que alguien que necesite refugio pueda acceder al lugar? ¿Hay algún requisito o procedimiento específico que deban seguir?

-El ingreso al refugio está organizado mediante un abordaje integral. Se realizan operativos nocturnos y matutinos de detección y acompañamiento, junto con personal de la Policía y la Guardia Urbana. Asimismo, quienes lo necesiten pueden comunicarse al 103 (Guardia Urbana) o acercarse personalmente.

El ingreso es evaluado a través de un informe elaborado por un/a Trabajador/a Social, que considera indicadores de vulneración de derechos, situación habitacional, condiciones de salud, y la ausencia de redes familiares o comunitarias.

Más allá del diagnóstico, se prioriza que la persona manifieste voluntad de integrarse, respetar las normas de convivencia y participar del espacio. La finalidad no es solo brindar un techo, sino promover procesos de autonomía, inclusión y restitución de derechos.

-¿Qué recomendaciones o alternativas ofrece el municipio, para las personas en situación de calle durante estas jornadas de frío?

-En caso de que el refugio se encuentre colmado, se articula con otras áreas del municipio y organizaciones de la sociedad civil para ofrecer soluciones transitorias. El objetivo es que ninguna persona quede desprotegida frente a las bajas temperaturas. Se garantizan, en todos los casos, una comida caliente, abrigo, y acompañamiento profesional para orientar en la búsqueda de otras alternativas de resguardo.

-¿Podría describir cómo es una noche típica en el refugio? ¿A qué hora pueden ingresar, cómo se asignan las camas y qué tipo de servicios o apoyo se les brinda durante la noche?

-El ingreso se realiza en horas de la tarde-noche, donde cada persona recibe una cama asignada y accede a servicios básicos como: cena, duchas con agua caliente y un espacio limpio y cuidado.

Quienes residen de manera más estable; participan en tareas cotidianas como limpieza, mantenimiento del lugar y preparación de alimentos, promoviendo la participación activa y el sentido de pertenencia.

Los fines de semana, cuando los recursos lo permiten, se organizan comidas especiales (pizzas, pollo o empanadas caseras), pensadas no solo como un gesto de contención material, sino también como estrategias para fortalecer vínculos y la convivencia.

El refugio no es solo un espacio de resguardo, sino también una oportunidad de acompañamiento en la reconstrucción de trayectorias de vida interrumpidas.