Contra la criminalización del cultivo de marihuana

Pidieron la derogación de una polémica normativa.

Una multitud participó este sábado en Buenos Aires de una nueva edición de la Marcha Mundial de la Marihuana, iniciativa que se efectúa en diversos países, con la consigna de la despenalización total de su cultivo y luego que Diputados aprobara una ley para promover la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial.
La marcha por la despenalización del cultivo salió desde la Plaza de Mayo hasta el Congreso de la Nación y estuvo compuesta por jóvenes y numerosas familias quienes avanzaron con música de cumbia y reggae y levantando banderas de distintas organizaciones.
Al llegar al Congreso, referentes de diversos espacios se sumaron al reclamo de la despenalización del cultivo, la necesidad de que el Estado incorpore recursos en la investigación científica y la aplicación médica de los derivados del cannabis.
En la Plaza de los dos Congresos se montó una feria en la que distintos emprendedores ofrecieron alimentos veganos y propuestas de repostería con marihuana, pipas, picadores, boquillas, pipas de agua y diferentes artesanías con alusiones cannabicas.
Sobre el césped, numerosos grupos compartían rondas de mate y cigarrillos de marihuana, mientras se daban charlas sobre recomendaciones de cultivo o intercambio de producciones domésticas.
Gabriel, un empleado administrativo que vino desde San Martin junto a sus amigos, contó en diálogo con Télam que «cuando era más pibe el tema del porro era difícil blanquearlo en casa, pero en estos años se avanzó mucho y por eso es importante bancar espacios como este».
«Todavía hay una connotación negativa en un sector de la sociedad sobre la marihuana, pero el alcohol hace mucho más daño y parece que molesta menos; habría que preguntarnos por qué pasa eso o que sentido tiene que haya gente que tenga que seguir escondiendo la plantita por miedo a que un vecino lo denuncie», agregó. Jazmin, que llegó con su pareja desde Parque Centenario, dijo a Télam que «es cierto que la mayoría de los que estamos acá somos usuarios recreativos de la marihuana, tal como otros toman vino o cerveza, pero como sociedad tenemos que tener conciencia que este tema es mucho más amplio».
«Acá están las mamás de ‘Mamá Cultiva’ y muchas organizaciones que trabajan con el aceite de cannabis en distintos problemas de salud, todos ellos pierden tiempo explicándole al estado que no están vendiendo porro mientras que lo que debería pasar es que haya más apoyo a la investigación medicinal y a estas organizaciones», completó.