El armado de un arbolito y la decoración para las fiestas de Navidad y Año Nuevo roza los 400.000 pesos, de acuerdo a un relevamiento privado. Con semejante cifra, más de la mitad de los argentinos recurren a la tarjeta de crédito para compras los tradicionales productos de esta época del año.
El relevamiento de la decoración navideña que realizó la consultora Focus Market estuvo compuesta por ocho productos y este año marcó un valor de $381.504. Este número representa un aumento interanual el 76% (en 2023 su valor era de $216.178).
“En las navidades del año pasado el espíritu navideño estuvo en baja. El ciclo económico tiene una correlación con el comportamiento social y cultural de la población. La devaluación del peso frente al dólar y la aceleración de la inflación habían sido atenuantes para un marco poco festivo. Este año hay mayor nivel de estabilidad tanto en la inflación como el tipo de cambio y el poder adquisitivo le comienza a ganar lentamente a la inflación. La expectativa es de mejora de la actividad comercial para este diciembre”, señaló Focus Market.
Dentro del top 3 de los productos que más aumentaron en la decoración navideña se encuentran el centro de mesa navideño (100%), le sigue con el 81% las 24 esferas de colores, y con el 80% los juegos de luces cálidas LED x 50. Por otro lado, dentro de los tres productos que menos aumentaron se encuentran la corona navideña (58%), le sigue la bota navideña (60%) y las guirnaldas (64%).
Respecto a cómo los argentinos financian las compras de fin de año, el 52% financia las compras con crédito, el 26% espera cobrar el aguinaldo, el 13% paga con el rendimiento de cuentas remuneradas y el 9% usa sus ahorros.
Cómo vender en Navidad
De acuerdo a la Cámara del Juguete, la forma de distribución y comercialización «fue cambiando en las últimas décadas en todo el mundo, pasando de ser comercializados en los tradicionales puntos de venta como jugueterías a encontrarse en los negocios como polirrubros y supermercados, con una amplia oferta de productos importados».
«La tradición navideña está asociada a la unión de la familia, el júbilo y el encuentro con los más cercanos. No obstante, en las últimas décadas, los conflictos familiares, la falta de tiempo y el stress, contribuyeron a que se perdiera la fuerza de los festejos como se hacían anteriormente», explicó un documento de la cámara empresarial.