Se clebró ayer el Día Mundial del Agua. La fecha evoca la relevancia de ese esencial elemento.
A pesar de que todas las actividades sociales y económicas dependen en gran medida del abastecimiento de agua dulce y de su calidad, 2 200 millones de personas viven sin acceso a agua potable. La fecha pretende hacer reflexionar sobre los problemas de suministro así como la protección de este recurso. Sobre todo, que los gobiernos, las agencias internacionales, las organizaciones no gubernamentales (ONGs) y las empresas privadas cooperen y participen en la protección de este recurso fundamental para la vida.
El agua es un elemento de la naturaleza, integrante de los ecosistemas naturales, fundamental para el sostenimiento y la reproducción de la vida en el planeta ya que constituye un factor indispensable para el desarrollo de los procesos biológicos que la hacen posible.