Un tribunal iraní ha tomado la medida de confiscar petróleo crudo valuado en 50 millones de dólares a bordo de un buque petrolero en el mar de Omán. Esta acción se realizó como respuesta a lo que Irán considera un acto de represalia por las sanciones aplicadas por Estados Unidos que han obstaculizado la venta de medicamentos esenciales para víctimas iraníes de una rara afección dermatológica.
El incidente se remonta al año pasado, cuando fuerzas navales iraníes interceptaron el buque petrolero Advantage Sweet, con bandera de las Islas Marshall y con destino a Estados Unidos, en abril, al sur del estrecho de Ormuz. Según Irán, la confiscación se llevó a cabo después de que el buque colisionara con una embarcación pesquera iraní, dejando heridos y desaparecidos entre la tripulación iraní, y luego intentara huir del lugar, lo que fue considerado como una grave violación a las leyes y regulaciones internacionales.
En una acción recíproca, en agosto de 2023, Estados Unidos desembarcó un cargamento de petróleo iraní frente a la costa de Texas del buque cisterna Suez Rajan, también con bandera de las Islas Marshall, que había sido decomisado previamente. Este mismo buque cisterna, rebautizado como St Nikolas, fue nuevamente confiscado por la Armada iraní en el mar de Omán en enero de este año, bajo una orden judicial.
Las autoridades iraníes justificaron este último decomiso como una represalia por lo que calificaron como el «robo» estadounidense de petróleo iraní en abril de 2023. Este ciclo de confiscaciones y represalias ha exacerbado las tensiones entre Irán y Estados Unidos en una región ya volátil como el Golfo Pérsico.