En la causa del lavado, entre otros involucrados, por los más de 55 millones de dólares entre 2003 y 2015.
El empresario Lázaro Báez fue condenado ayer a 12 años de prisión al término del juicio oral en el que se lo investigó por maniobras de lavado de dinero por más de 55 millones de dólares a través de sociedades en paraísos fiscales y cuentas en Suiza, por medio de la financiera SGI, conocida como «La Rosadita», entre 2003 y 2015.
El Tribunal Oral Federal (TOF) 4 también halló responsables a los hijos del empresario, al contador Daniel Pérez Gadín; a su abogado Jorge Chueco; al «valijero» Leonardo Fariña (a quien se le redujo la pena en función de su colaboración con la investigación) y a los financistas que facilitaron el lavado, entre otros. A Lazaro Báez se le sumó otro hecho de lavado en la compra de un campo en Mendoza.
En el caso de Fariña, el tribunal decidió condenarlo a 5 años de prisión mientras que en la lectura del veredicto se aclaró que la pena le fue reducida en 3 años. De los restantes 27 imputados, el contador Pérez Gadín y el abogado Chueco fueron condenados a 8 años, Julio Mendoza, quien fuera presidente de Austral Construcciones, a 6 años y el piloto Walter Zanzot a 5 años de prisión. También fueron condenados Claudio Bustos (4 años y 6 meses), Fabián Rossi (5 años) y el financista Federico Elaskar (4 años y 6 meses), entre otros.
De sus hijos, por su parte, Martín, fue condenado a 9 años; Leandro, a 5; mientras que Luciana y Melina recibieron una pena de 3 años en suspenso.
La sentencia de Báez fue por el voto de dos de los tres jueces del tribunal. También se impusieron multas multimillonarias a los condenados.
El juicio había comenzado en octubre de 2018. Báez había sido detenido en abril de 2016 por orden del juez federal Sebastián Casanello, que instruyó la causa, en la que intervino el fiscal Guillermo Marijuan.
