Concordia

Por Juan Martín Garay (*) 

Concordia se emplea como sinónimo de calma, paz y equilibrio, todo lo que necesitamos por estos días; Paz Social fundamentalmente. Los actuales vientos de desesperanza atormentan con una fragilidad atroz que nos aísla, enfrenta y debilita a la poca o mucha sana convivencia que debería existir entre todos nosotros, hermanos y hermanas de una misma tierra donde la vida nos alumbró, nuestra Patria.



Conflictos anacrónicos

Pareciera ser un maldito comportamiento cíclico, no sólo el económico -al que lamentablemente nos hemos acostumbrado- sino también el político y social, porque cuando creíamos superadas ciertas cuestiones por madurez o por el paso del tiempo mismo, la propia dinámica de las vivencias actuales dan cuenta que nuestra historia escrita en el día a día, da constantes muestras de que pareciera estar volviendo atrás una y otra vez nuevamente.

El anacronismo de los conflictos que se consideraban superados, hoy vuelven con más resentimientos y quizás tan agresivos como antes. La supuesta defensa de intereses que se enmascaran detrás de la libertad, generan nuevas formas de egoísmo y pérdida del sentido social y humano de construcción de comunidad.

Gestos de grandeza

Los gestos de grandeza que se necesitan en nuestra Nación requieren de la capacidad empática de saber que para conducir un pueblo o aspirar a conducirlo es necesario allanarse a la humildad de las propias acciones, no sólo de las palabras. Dice Perón que “No hay recetas para conducir pueblos, ni hay libros que aconsejen cuáles son los procedimientos para conducirlos. Los pueblos se conducen vívidamente y los movimientos políticos se manejan conforme al momento, al lugar y a la capacidad de quienes ponen la acción para manejarlos”.

Será necesario otra vez volver a sembrar con las lágrimas del presente, nuevas semillas de diálogo y encuentro para aspirar así a poder cosechar con alegría el futuro de concordia que necesitamos todos los habitantes de este bendito país; empezando por aceptar a los demás con sus diferencias y con la mayor responsabilidad posible, pero siempre haciéndolo con actitudes de respeto en el marco del amor que todo lo construye, pensando siempre en ser más fraternales y así fortalecer nuestra vida en esta democracia actual, la que el año entrante arriba a sus primeros 40 años.

La justicia, la solidaridad, el amor y la paz, deben ser factor de reclamo constante en una sana manifestación que lo exprese. Porque somos hijos de esta misma tierra, donde compartimos un mismo “Febo que nos ilumina cuando asoma cada mañana” y que nos cobija a todos de ese invierno del que parece nuevamente “debemos volver a pasar” una y otra vez.

Ejemplo de concordia

Cada generación que se suma a la anterior tiene la sana obligación de adoptar como propias las luchas, reclamos y también los logros obtenidos para proponerse alcanzar metas mucho más convenientes y superadoras para el conjunto.

En nuestra ciudad, cuna de la Organización Nacional y recientemente reconocida por la Unesco como Ciudad del Aprendizaje, podemos afirmar que convivimos en una sana armonía, construyendo permanentemente comunidad en una real concordia.

(*) Secretario de Gobierno de la Municipalidad de Concepción del Uruguay desde el 2019. Presidente de Bloque Concejales del PJ 2017-2019. Presidente Comisión Hacienda y Presupuesto 2015-2019. Decano del Colegio Mayor Universitario de Santa Fe 2003-2004.