
Profesora – Periodista
La ciudad de Colón fue escenario de otro hecho que conmovió a esa comunidad entrerriana. El homicidio de una mujer que no llegaba a los 40 años, a manos de su hija casi adolescente. Esta actuó en complicidad con un menor de edad con quien la joven mantenía una relación sentimental.
Paula Araceli Benítez de 18 años, en compañía de su novio de 17 años, asesinó a su madre para hacerse con un dinero que tenía ahorrado su progenitor para la compra de un rodado. El horrendo hecho se produjo hace poco más de 9 años.
Lorena Zanetti tenía 38 años de edad y vivía con su esposo, su hijo de corta edad y su hija mayor, Paula Araceli, en la ciudad antes citada. La madrugada del 18 de abril del año 2015, la mujer descansaba en su habitación. En otro cuarto dormía su hijo pequeño, en tanto que Araceli se encontraba en compañía de su novio.
Antes del alba entraron a su habitación ambos jóvenes, quienes le asestaron cinco golpes en la cabeza con un palo de amasar y luego la ahorcaron con un cable. Así terminaron con la vida de la indefensa víctima. Su marido se encontraba en el trabajo mientras ella era cruelmente asesinada.
Poco después, un vecino vio salir de la vivienda a los jóvenes a toda prisa, con unos bolsos, e incluso en la precipitada salida se les cayeron algunos objetos. En esos momentos el involuntario testigo vio surgir una columna de humo por la ventana del cuarto de Lorena. Sus victimarios habían prendido fuego a su cuerpo y huían sin pensar en la suerte del niño que se encontraba en su propio dormitorio en una casa que se incendiaba. Con esta acción pretendían borrar las huellas de su conducta criminal.
Mientras los bomberos eran alertados por el vecino, los jóvenes abordaban un remís y se trasladaban a la ciudad de Concordia.
Más tarde, la Policía descubriría el cuerpo parcialmente quemado de la mujer con el cable enrollado en su cuello. El pequeño ya había sido puesto a salvo. El desconsolado padre y esposo llegó al hogar y se encontró con el dantesco cuadro. Luego comprobó que del placard faltaban los 80.000 pesos, un equipo de DVD, celulares, los documentos de Zanetti y los de su esposo y varias prendas de vestir.
Con los datos aportados por el vecino que vio huir a la joven y al menor, la Policía se puso sobre los pasos de los fugitivos. El remisero fue localizado y manifestó hacia donde se habían trasladado ambos.
Juicio en La Histórica
Los jóvenes, en tanto, en la “Capital del citrus”, se habían comprado ropas y zapatillas y se disponían a irse hacia otros rumbos, cuando fueron localizados a poco de subir a un colectivo que los trasladaría a Paraná.
Recordaban los investigadores la forma en que el joven se dirigió a su novia al verse sorprendidos por el personal policial: “Vos tranquila, mi amor, no digas nada”, le habría manifestado. La comisión policial los aprehendió y los trasladó a Colón. La joven quedó detenida mientras se desarrollaban las investigaciones del caso y el menor quedó alojado en un instituto del Copnaf.
Reunidas las pruebas suficientes, se elevó la causa a juicio. En el plexo probatorio constaban las alternativas del desgraciado suceso y los jóvenes enfrentaban su responsabilidad. Paula fue juzgada sola, mientras que a su novio, por ser menor, se le declaró la responsabilidad en el delito, pero luego, cuando cumplió la mayoría de edad, un juez de menores le dictó la sentencia correspondiente.
El juicio se llevó a cabo en nuestra ciudad el 2 de septiembre de 2016, a poco menos de un año y medio de perpetrado el hecho. En la sala compareció solo la joven, acompañada por sus abogados defensores. En tanto que su pareja fue anoticiado de su condena en una audiencia aparte cuando cumplió la mayoría de edad.
A Paula Benítez el tribunal que la juzgó la encontró penalmente responsable de “Homicidio triplemente agravado por el vínculo, alevosía y criminis causa”. El dictamen fue de prisión perpetua. La defensa recurrió en Casación, instancia en el que la Cámara confirmó el fallo del Tribunal de nuestra ciudad.
Tras esta confirmación fue trasladada a la UP6 de mujeres en Paraná “Concepción Arenal”, donde comenzó a cumplir su condena.
El desconsuelo del novio
El azar quiso que yo estuviera presente en el juzgado en el momento en que al novio le dieron a conocer el monto de la pena que le correspondía por su participación en el hecho. Por tratarse de un menor de edad, el periodismo debía quedarse fuera de la sala, de todas maneras no había otro medio en el lugar. Decidí esperar a que al menos saliera con los responsables de su traslado. Al salir se lo vio muy abatido y manifestó su desconsuelo por el monto de la pena: 10 años de prisión. En esa instancia fue acogido en un abrazo consolador por una acompañante, quien lo tranquilizaba recordándole que podía recurrir a otras instancias.

Un triste récord
Con su condena, Paula Araceli Benítez tiene el triste récord de ser la mujer más joven condenada a prisión perpetua en la provincia de Entre Ríos, 19 años al momento de recibir la sentencia. El segundo lugar en la escala lo ocupa Nahír Galarza, de 20 años al momento de su condena, quien poco más de dos años después, en 2017, asesinara a su novio, Fernando Pastorizzo.
¿Por qué?
Hechos como el recordado este domingo, nos llevan reflexionar sobre las causas que llevan a sus autores a cometerlos, a sabiendas de que se trata de algo que la conciencia colectiva juzgará como aberrante.
Puede juzgarse ingenuo el pensamiento de estos chicos de huir dejando tras de sí el reguero de pruebas que los inculpaban, empezando por su salida intempestiva de su casa dejando caer algunos objetos, mientras el humo comenzaba a salir por las ventanas.
Los dos testigos que cosecharon: el vecino que los vio escapar de la casa en llamas y el remisero que los transportó a una ciudad vecina donde hicieron un alto de varias horas. Era inevitable que la Policía llegara al trabajador para que informara hacia dónde los había llevado…
En suma, solo lograron sembrar dolor: les restaron años de disfrute a sus propias vidas en libertad, estudiando, trabajando, cimentando su futuro… y lo peor de todo, tomaron la vida de la madre por unos pocos pesos.