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sábado, septiembre 21, 2024

Certezas e incertidumbres de la lista de unidad del PJ de Entre Ríos

Apuntes y significados de la elección de José Cáceres como presidente del Consejo Provincial del PJ. Los alcances del acuerdo, los desafíos del rol opositor, la obligación de movilización y ampliación de la convocatoria, y la necesidad de una agenda actual que recupere su identidad.

Mariano Osuna
Periodista

Como anticipó Punto y Seguido, la columna de LA CALLE, los afiliados peronistas van a las urnas el próximo 10 de marzo para la renovación de las autoridades del Congreso Provincial, del Consejo Provincial, los Consejos Departamentales, los Consejos de Unidades Básicas y el Rectorado. Con lista única para la conducción entrerriana, mañana viernes es la fecha decisiva para la oficialización de las distintas nóminas, mientras que el martes 23 de febrero quedarán formalizadas las boletas.
En un contexto peculiar, fuera del poder de Casa Gris después de 20 años, un grupo de intendentes que transitan su segundo mandato en diversos municipios, como Gustavo Bastián de San José, Ricardo Bravo de Federación, Damián Arévalo de Feliciano, Juan Amavet de Santa Anita, Hernán Niz de Villa Mantero, Fernando Viganoni de San Justo y Mauro Cháves de San Antonio, iniciaron diferentes encuentros con el horizonte puesto en los comicios partidarios. En simultáneo, algunas voces de caudillos históricos que gobiernan otras administraciones locales, como José Lauritto de Concepción del Uruguay, Adrián Fuertes de Villaguay, Rosario Romero de Paraná y Daniel Rossi de Santa Elena, emergieron como referencias significativas de la transición hacia la nueva etapa del Partido Justicialista de la provincia.
En ese tablero, con algunas voces opuestas al momento elegido para el recambio de autoridades, como las posturas vertidas por los ex intendentes paranaenses Julio Solanas y Blanca Osuna, se fueron construyendo múltiples gestos hacia una nómina de unidad. El ex gobernador y actual titular del PJ, Gustavo Bordet, destacó la iniciativa de esa nueva camada de dirigentes con responsabilidades ejecutivas, mientras que la conformación de la Liga de Intendentes de la provincia dio un nuevo paso en esa dirección, con una conducción encabezada por la Jefa municipal de Paraná, secundada por Bastián de San José y Arévalo de Feliciano, mezclando nombres generacionalmente más nuevos con liderazgos históricos del peronismo entrerriano.

Sin autocrítica ni sorpresas
Como en cada proceso electoral, una de las espadas peronistas que aparecieron como síntesis para una lista única es el actual intendente de La Histórica, aunque desistió de ese ofrecimiento, ocupado por la realidad de la ciudad cabecera en un contexto financiero caracterizado por la compleja articulación con administraciones en la Provincia y en la Nación con signos políticos diferentes. Sin embargo, la postergada discusión sobre los años del justicialismo en Casa Rosada y Casa Gris, la limitada autocrítica sobre la capacidad de movilización del Partido, la búsqueda de convocatorias que amplíen los márgenes, cada vez más estrechos, de representatividad y sus respectivas agendas, y el debate sobre el rol como oposición, dejaron abierta la posibilidad de una competencia interna para los comicios del PJ.
En esa alternativa de una contienda entre dos opciones surgieron los nombres del ex diputado nacional, Marcelo Casaretto, y del mencionado ex vicegobernador y actual intendente de Santa Elena, Daniel Rossi. El primero, promovido por el propio Bordet, su ex vicegobernadora Laura Stratta, el diputado provincial Juan Bahillo, y los presidentes municipales Fuertes, Lauritto, Bravo, Bastián, Romero y Arévalo. El segundo, impulsado por el ex titular de Enohsa, Enrique Cresto, el secretario general de la Unión Personal Civil de la Nación, José Allende, los ex legisladores Hugo Berthet, Flavia Maidana, Héctor Maya y Rubén Almará, y los ex intendentes Emilio Garbino, Ángel Vázquez y Luis Erro.
Sin sorpresas sobre el desenlace, aunque a contrarreloj en los minutos finales del sábado pasado para la presentación de las listas, el dirigente escogido fue el parlamentario del Mercosur, José Cáceres, como prenda de unidad consensuada o impuesta. «Es una gran responsabilidad la de ser una oposición que sea lo más constructiva posible, pero tampoco de complicidad con las acciones de gestión que consideremos incorrectas”, afirmó el ex ministro de Desarrollo Social y ex vicegobernador con el traje puesto de líder partidario. “Ni a los hachazos para romper todo ni de complacencia, el Partido tendrá que ser una oposición que marque claramente las injusticias que se están llevando adelante no solamente en la provincia sino fundamentalmente en el gobierno nacional”, explicó sobre el rol que debe asumir el justicialismo entrerriano.
La preferencia de un dirigente sin responsabilidades ejecutivas es uno de los aciertos, ya que una hipotética designación de intendentes condicionaría sus pronunciamientos, sus voces y sus críticas, en una relación asimétrica por las gestiones y los recursos que provienen de las arcas provinciales y nacionales, con administraciones de colores políticos diferentes. Ese fundamento favorece cierta autonomía política, como también un rol opositor más marcado, indispensable para generar posicionamientos que se diferencien del estilo menos confrontativo de Bordet durante sus dos mandatos. Más aún luego de los apoyos justicialistas en el Congreso a las leyes enviadas por Rogelio Frigerio, que tuvieron como respuesta un duro discurso del nuevo Mandatario en su primera intervención de apertura de las Sesiones Ordinarias.

Tradición o renovación
Aunque parece una característica secundaria, tampoco es un dato menor que la conducción se quede en la capital entrerriana, después de varias gestiones concordienses en el sillón estelar del PJ. Como detalló LA CALLE, la fotografía de las últimas dos décadas dejaba una imagen coincidente entre el nombre del titular del Partido y del gobernador de turno. La cabeza del nuevo Consejo para Paraná, como también de la Liga de Intendentes, marca un rumbo, en un panorama donde Concordia se encuentra detonada por las heridas abiertas luego de la votación de octubre del año pasado.
Por otro lado, la selección de Cáceres marca la primacía de una figura protagonista en los últimos 20 años de gobiernos peronistas en Entre Ríos, lo cual deja incertidumbre sobre la capacidad de renovación dirigencial, en particular con los debates vinculados a la derogación de la Ley Castrillón, la reforma de la carta orgánica del PJ, la incorporación de las minorías y los desafíos de persuasión y organización de las frustraciones en las bases territoriales. En esa sintonía, Cáceres es el actual secretario general del Consejo Provincial y una referencia de peso de la gestión de Bordet en el Partido, provocando algunas dudas sobre los alcances reales de la unidad, con una tradición en los últimos años donde ese consenso era un eufemismo de decisión de la mesa chica del poder.
A 17 días de los comicios del principal espacio de oposición de la provincia, se abre un proceso deliberativo del peronismo entrerriano. Más allá de las formalidades del calendario electoral, el ojo está puesto en la capacidad de convocatoria, con el horizonte colocado en recuperar votos perdidos en 2021 y 2023, de ampliar la apoyatura social hacia los comicios de medio término de 2025 y de consolidar una alternativa real de poder hacia 2027.
En la lista final, Cáceres será secundado por Carina Domínguez de UPCN como vicepresidenta primera y por Mauro Cháves de Aldea San Antonio como vicepresidente segundo. La ex diputada nacional, Mayda Cresto, será secretaria general y la actual legisladora, Silvia Moreno, prosecretaria, mientras que el dirigente de La Cámpora, Tomás Ledesma, será tesorero y el ex funcionario de Turismo de Concordia, Aldo Álvarez, su segundo. Además, la senadora Nancy Miranda y el ex candidato a intendente de Gualeguaychú, Martín Piaggio, serán revisores de cuentas, en tanto que Mariana Farfán, Luis Erro, Carolina Gaillard, Walter Doronzoro, Flavia Maidana y Juan Kloss serán vocales titulares.

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