Censistas valoraron la colaboración de los vecinos

Los censitas locales valoraron la colaboración de los vecinos.

El agravio sufrido por una censista de Concepción del Uruguay fue el único incidente registrado en el operativo desarrollado en Entre Ríos. El Indec valoró el “éxito” de la encuesta. Más de 23,8 millones de personas completaron el formulario digital. Procesar los resultados definitivos demandará 18 meses. Hoy se conocerá un estimativo y en tres meses los datos preliminares.

En Concepción del Uruguay, al igual que en el resto de Entre Ríos y la Argentina, se llevó adelante el Censo 2022, instrumentado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo 2022 con el fin de conocer datos relevantes sobre la población en lo que hace a cantidad de habitantes, nivel de instrucción y empleo y acceso a la vivienda, entre otros aspectos de relevancia para proyectar las futuras políticas de la Argentina
La fría jornada -que pareció similar a la de un feriado o días de las duras restricciones durante la pandemia, por cuanto sólo funcionaron las actividades esenciales (farmacias y estaciones de servicio), arrancó con el traslado de los censistas -hubo un importante número de docentes- hasta las escuelas asignadas.
Allí debieron presentarse a las 7:30 y, tras un breve diálogo con el jefe de Fracción, se les otorgó el material, los elementos complementarios, las pecheras y los certificados adherentes que, una vez concluida su labor, colocaron en los frentes de los hogares.
Respecto de la actividad en sí, se indicó que el relevamiento presencial demandó un tiempo promedio de entre 10 y 15 minutos, lapso que muchas veces disminuyó a raíz de que un buen número de uruguayenses pudo efectuar el censo de manera virtual. Este hecho simplificó notoriamente el trabajo del personal asignado al operativo.
De acuerdo a lo manifestado a La Calle, la mayoría destacó la buena onda y amabilidad de los vecinos al abrirles sus casas y hasta invitarlos a pasar para que cumplieran puertas adentro su misión.

Un episodio negativo
Hubo, por supuesto, excepciones como el episodio que sufriera una censista en una vivienda situada en inmediaciones de la Escuela Normal Superior Mariano Moreno. Al respecto, se supo que, al presentarse en el inmueble y, tras formular una pregunta sobre el género (sexo de los moradores), el encuestado le faltó el respeto, diciéndole una grosería.
Esa expresión fuera de lugar hizo que la trabajadora, una vez que llegó a la vivienda lindante, irrumpiera en llanto al considerarla una verdadera falta de respeto hacia su persona y trabajo.
Ni bien se conoció el sucedido, fue rápidamente repudiado por el grueso de la comunidad. Hasta el cierre no se sabía si la censista había presentado una denuncia formal por lo ocurrido.
A todo esto, el grueso de los censistas pudo concluir su misión al mediodía, momento en el que acudieron a sus respectivas escuelas para entregar las planillas y los accesorios a las respectivas autoridades.

La tarea en terreno concluyó horas antes de las 18:00.