Camila Suárez “demasiadas emociones encontradas”

Camila Suárez es una de las figuras de Argentina en la AméricaCup.(Foto FIBA.com).

▌La uruguayense realizó declaraciones luego de su debut ante Dinamarca en la AméricaCup en donde fue figura.

La jugadora de nuestra ciudad, Camila Suárez tuvo un gran debut en la selección Nacional de Básquetbol Femenino, en la AméricaCup. Fue con un triunfo ante Venezuela en donde la jugadora que nació básquetbolística en el club Almafuerte convirtió 13 puntos, además de cinco asistencia, cuatro rebotes y tres robos.
Suárez habló con la prensa de la Confederación Argentina de Básquetbol, en donde destacó en el comienzo del diálogo manifestó que “estar en la Selección Mayor era uno de mis sueños, al principio era como que no caía que me habían convocado y ahora lo que no puedo creer lo que viví en este debut. Sabía que si estaba Meli (Gretter) no iba a jugar tanto, pero con lo que me pasó me concentré en rendir. Me sentí preparada y lo único que tenía claro era que me iba a ir vacía de la cancha”.
Con tan sólo 20 años, a Camila Suárez le tocó vivir algo que a pocos y pocas les pasa. Debutar en una Selección nacional, a nivel internacional, como titular y reemplazando a la capitana y estrella del equipo. Pero, si encima, a ese debut se le suma que la rompes, todo parece de una película de Hollywood.
La uruguayense llegó a la preselección luego de una gran temporada en Obras Basket y a un recorrido importante para su edad: ya ha atravesado cuatro temporadas de Liga Nacional, un Mundial U19 y unos Juegos Olímpicos de Playa 3×3, entre otros torneos que le aportaron una vasta experiencia pese a sus cortitos 20 añitos. Pero, claro, empecemos por el inicio. “Comencé a jugar al básquet a los 7 años, en el Club Almafuerte de Concepción del Uruguay. Mi mamá trabajaba cerca, una tarde decidió llevarme a entrenar y ver si me gustaba. Desde ese día ya me decidí a practicarlo porque me gustó mucho”, recordó en charla con Prensa CAB.

Comienzos en la selección
Con respecto a sus inicio en las selecciones nacionales destacó que “El primer llamado fue para un Plan de Altura y Talento, en 2014. Al año siguiente me llamaron para la preselección u15 que jugaban un Premundial, pero no quedé entre las 12. Eso fue muy triste para mí, pero entendí que quizá no era mi momento y que tenía muchísimas cosas por mejorar. Desde ese día empecé a trabajar más duro porque mi sueño era vestir esa camiseta”, confesó. El trabajo rindió sus frutos: además de ser una de las juveniles más destacadas de nuestra liga, finalmente tuvo la oportunidad de jugar con la Selección Argentina. Fue campeona en el Sudamericano U17, logró la clasificación en el FIBA Américas 2018 en México y disputó el Mundial de U19 de Tailandia 2019.
“Un recuerdo que tengo con la Selección es una gira por Francia en 2017, fue la preparación al Sudamericano, ahí nos quedamos en casa de familia, la gente de ahí nos alojaba y eran como nuestros «papás» durante el tiempo que estábamos en competencia, nos llevaban a los partidos, nos hacían la comida, todo como si estuviéramos en casa. Fue hermoso, teníamos hinchada, hacían banderas argentinas, y nos cantaban, eran súper fanáticos nuestros, me acuerdo que también se hicieron remeras, sentíamos tanto cariño por parte de ellos, fue increíble, te sentías como en casa”.

Experiencias
Además de jugar con las selecciones inferiores de nuestro país, tuvo la posibilidad de viajar a Qatar en el 2019, escenario en el que disputó los Juegos de Playa en la modalidad 3×3, otra disciplina a la que fue convocada para los entrenamientos de Selección que se realizarán en este 2021.
“La verdad que me siento muy bien, si bien es básquet, no es lo mismo que el 5×5, pero cuando me tocó jugarlo me adapté bastante rápido y me gustó mucho. La diferencia que noto es que el 3×3 es un juego mucho más rápido en todos los sentidos, es mucho más dinámico, intenso y potente. También tenés menos tiempo para resolver en ataque”, analizó sobre este desafío.
Ante la pregunta de qué siente al vestir la celeste y blanca Camila aseguró: “Demasiadas emociones encontradas, es muy difícil poder expresar en palabras lo que siento cuando me pongo esa camiseta, es algo muy lindo. Cada vez que escucho el himno se me eriza la piel, algo único, lo mejor que me pudo pasar como jugadora. ¡Es un tremendo orgullo!”.