Ordenanza 2897. Promulgada el 29 de Agosto de 1984. Calle Juan José Bruno.
Art.3º: Asígnase el nombre de Boulevard Dr. Juan José Bruno, al tramo comprendido por la ruta nacional Nº 131, desde el monumento del Gral. Urquiza hasta la ruta nacional Nº 14 nueva.
Art.5º: Regístrese, comuníquese, publíquese, y oportunamente archívese.
Dado en la Sala de Sesiones del Honorable Concejo Deliberante de la Municipalidad de Concepción del Uruguay, a los veintinueve días del mes de agosto de mil novecientos ochenta y cuatro.
Fdo: Guillermo Bevacqua y Dr. Luis María Reynoso, a/c Presidencia y Secretario.
ES COPIA:
Guillermo Bevacqua, Vicepresidente H.C.D. Luis María Reynoso, Secretario H.C.D.
Concepción del Uruguay, 5 de Setiembre de 1984.
El Dr. Juan José Bruno, fue un hijo de esta ciudad, que tuvo una destacada labor ciudadana en todas las esferas en que su actuación fue presencia obligada de hombre de bien, decencia, humanismo y ayuda al prójimo.
Desde temprana edad, educado en el Histórico Colegio del Uruguay, supo dar a sus compañeros y profesores, la exacta noción de grandeza, su sentido social y su apego a todo lo que fuera político.-
Constituido en el médico de sus creencias supo inculcar a sus pacientes, en especial los niños, toda la vivencia unido al cariño con el que desplegaba la profesión, en casi todas las ocasiones, totalmente sin cargo y a más de las veces, contribuyendo con su patrimonio a la cura de las enfermedades.
Su filantropía, desparramada en todos los puntos cardinales de la ciudad, constituyen suficiente mérito para que la misma lo recuerde en forma permanente, como un símbolo de gratitud y de hombría de bien, pero su trayectoria no quedaría aún cerrada si no fuera que su abrazo político proyectó aún más las virtudes de nuestro copoblano, unido a los ideales que Hipólito Irigoyen insufló a vastos y selectos sectores de la población, de un numen político sin par.
Su clara y fluida palabra, unido a una no menos excelente preparación, constituyeron el médico ejemplar en un excelso político, amigo del hombre y del pobre al cual alentó, como lo hacía asimismo, a no claudicar y seguir bregando por una relación democrática, que naciera del pueblo y que estuviera al servicio del pueblo.
Ya desde el gobierno, como de la humilde tribuna, explayó sus enseñanzas en pos de un movimiento nacional sin partidismo, en el cual sólo tuvieran cabida los que aspiran a ejercer desde el gobierno un plan de todos y para beneficio de todos.