El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, autorizó a Ucrania a utilizar misiles de largo alcance proporcionados por su país para atacar a Rusia.
Durante meses, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, había solicitado que se levantaran las restricciones sobre los misiles ATACMS, lo que permitiría a Ucrania realizar ataques más allá de sus fronteras.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ya había advertido a las naciones occidentales sobre esta posibilidad, señalando que representaría una «participación directa» de la OTAN en la guerra de Ucrania.
La decisión de Washington respecto a los misiles ATACMS se enmarca dentro de un contexto en el que se limita su uso a la defensa de las fuerzas ucranianas en la región rusa de Kursk, donde Ucrania lanzó una incursión sorpresa en agosto. La administración Biden ha señalado que apoyará a Ucrania en su esfuerzo por mantener la pequeña porción de territorio ruso que actualmente ocupa, considerando esta área como un posible activo en futuras negociaciones.
Serhiy Kuzan, presidente del Centro de Seguridad y Cooperación de Ucrania en Kiev, destacó que la autorización de Biden era «muy significativa» para el país. «No cambiará el curso de la guerra, pero creo que igualará un poco más las fuerzas», afirmó.
Funcionarios estadounidenses anónimos indicaron al *New York Times* y al *Washington Post* que la aprobación de Biden para el uso de los misiles ATACMS fue una respuesta a la decisión de Rusia de permitir que soldados norcoreanos combatan en Ucrania.
Kuzan consideró que esta decisión llega en el momento adecuado, ya que Ucrania se prepara para enfrentar un gran ataque de las tropas rusas y norcoreanas, diseñado para expulsar a las fuerzas ucranianas de la región de Kursk.
Dentro de la administración de Biden existe preocupación de que su sucesor, Donald Trump, pueda frenar o reducir el apoyo militar a Ucrania. Trump ha criticado el envío de recursos a Ucrania, calificándolo de un desperdicio, y ha sugerido que pondría fin al conflicto sin detallar cómo lo lograría.
Estados Unidos ha sido el mayor proveedor de armas para Ucrania. Desde el inicio de la guerra hasta finales de junio de 2024, se comprometió a enviar armas y equipos por un valor de 55.500 millones de dólares, según el Instituto de Economía Mundial de Kiel, un centro de investigación alemán.