Señor director:
Quiero destacar el trabajo que hacen los empleados de limpieza de la ciudad, que sin importar el frío o el calor, mientras toda la ciudad descansa ellos hacen el trabajo que todos dirían hacer sin problemas pero que ninguno de esos que dice que lo haría sin importar se animaría a hacerlo.
Solemos escuchar que hay que poner a barrer las calles a tal o cual persona por haber cumplido algún delito o por estar sin trabajo, como si barrer las calles sería un placer ineludible de aquellos que tienen menos que los que tenemos poco.
Todas las madrugadas podemos escuchar desde nuestras camas a varios de estos trabajadores que caminan las calles mientras descansamos, para que al día siguiente las calles tengan un estado aceptable. Particularmente en mi barrio pasan cerca de la 1 de la madrugada, con frío polar o calor insoportable. Admiro la capacidad que tienen de soportar un trabajo realmente pesado e insalubre. Realmente desconozco si los responsables de que los barrenderos son las autoridades municipales, pero lo que sí estoy seguro es que necesitan mascarillas para no comprometer los pulmones. Hay días de humedad que no se puede apreciar tanto, pero habitualmente a estos trabajadores van caminando por la ciudad en medio de lo que es una nube de polvo, lo que debe hacer estragos en el sistema respiratorio y pulmones de estos trabajadores.
Es hora de que empecemos a pensar en la salud de estos trabajadores, que realizan una tarea insalubre y en un horario donde pocos lo ven, como que quieren esconder las condiciones precarias con las que los sacan a trabajar a La calle.
Una persona que respira diariamente este polvo seguramente tendrá más de una complicación en el futuro, evitemos ese futuro para trabajadores que claramente el día de mañana no van a contar con excedentes en recursos económicos para hacerse atender.
Maximiliano Díaz