Este miércoles se realizó la inspección en la casa de Paraná donde ocurrió el asesinato del chofer de Salud, Marcelo Cabeza. El testigo presencial volvió a la casa del barrio Santa Rita para relatar lo sucedido. Por el hecho están acusados Matías Rodríguez y Alan Ávalos, el primero de los cuales sería el autor material.
El abogado querellante, Marcos Rodríguez Allende, señaló que “hemos terminado una jornada muy importante para dilucidar las características del homicidio”. Manifestó que de la inspección judicial participaron “dos testigos muy importantes, uno de los cuales presenció el hecho”.
Comentó que “el testigo presencial nos ilustró acabadamente las características del disparo, las circunstancias anteriores al mismo y las posteriores a la muerte”.
El letrado consideró que “con esto estaríamos terminando la instrucción penal preparatoria. Los elementos probatorios que pesan en Rodríguez y Ávalos son comprometedores”.
Asimismo, reveló que “surgieron puntos importantes porque estamos en el lugar de este fatal desenlace. El testigo fue claro, objetivo y coherente en su relato. Podemos atar algunos puntos que estaban vacíos y ahora tenemos totalmente completos”.
El abogado reiteró que “Rodríguez es el que efectuó el disparo. Ávalos es el co imputado, que produjo el disparo al testigo presencial. Nos encontramos ante un homicidio calificado, concursado con una tentativa de homicidio”.